Es temporada de fresas y hay que aprovecharla al máximo, yo suelo buscar ofertas por cajas y así congelo fresas para todo el año, luego es un momento sacarlas y preparar una espuma, un helado, un yogur, una mermelada y hasta unos deliciosos cupcakes. Podemos hacer esto también siempre que tengamos fruta muy madura, la podemos trocear, congelar y añadirla luego a muchísimos postres.
Vamos a probar unos cupcakes extraordinarios, con una sabor a fresa y chocolate intenso que mezcla a las mil maravillas, hasta el momento ocupan el primer lugar en la lista de favoritos de mi hija mayor. A la receta del bizcocho le he añadido dos trocitos de fresa natural y una cucharita de mermelada de frambuesa por cupcake, la mermelada esta vez la he mezclado con la masa del bizcocho pero podemos hacer un hueco en el cupcake una vez horneado y frio con un descorazonador de manzana y rellenarlo con mermelada, esta vez al añadirle los trozos de fresa natural he preferido mezclar la mermelada con la masa. Una vez que tenemos la masa lista rellenamos las cápsulas unos tres cuartos y añadimos los dos trozos de fresa. Colocamos las cápsulas en un molde para cupcakes y lo metemos al horno precalentado a 170 grados unos 15 minutos. Cuando estén listas las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre rejilla. Preparamos una crema ganache de chocolate para cubrir y colocamos otro par de fresas frescas encima. El contraste de colores y textura es impresionante pero el sabor lo supera todo.
Receta bizcocho (12 cupcakes) : 120 gr. harina tamizada, 120 gr. azúcar, 40 gr. mantequilla, 120 ml buttermilk, kefir o leche, 1 huevo, pizca de sal y vainilla, una cucharadita y media de bicarbonato sódico, 12 fresas en cuatro trozos.
Receta crema de chocolate: 200 gr. chocolate para fundir mínimo 50% cacao , 150 gr. nata mínimo 30% grasa.
blog de cocina macrobiótica con énfasis en la repostería, ideas creativas y productos naturales
jueves, 31 de marzo de 2016
miércoles, 30 de marzo de 2016
fiambre de pollo casero, sin conservantes, ni fosfatos, ni...,sano,sano
Si empezamos a pensar la cantidad de aditivos químicos que tomamos en comida diariamente se nos quitaría el hambre, igual como dieta puede funcionar pero creo que está en nuestras manos reducirlo a base de volver a preparar muchas comidas en casa, ya se que todos andamos cortos de tiempo pero si lo analizamos bien muchas veces usamos esto como excusa para ni siquiera intentarlo. Hay cantidad de comidas que puedes preparar en casa y hacerlas mucho más ricas, sanas y económicas, en la mayoría de los casos el tiempo empleado es mínimo y la ganancia para tu salud importante. Hoy le toca el turno al fiambre de pollo, si miráis los ingredientes del fiambre comercial aparecen almidones, azúcares y un añadido de químicos importante, algo tan sencillo como la pechuga de pollo se convierte en algo verdaderamente complejo para nuestra salud. Os propongo hacerla en casa vosotros mismos, sólo necesitáis 5 minutos de trabajo y le podéis añadir sabores que sean de vuestro gusto, yo le he añadido jamón serrano pero se me ocurre que algún fruto seco, huevo cocido o atún podrían darle un toque especial. Se trata de triturar juntos todos los ingredientes, hacer un rulo con la masa y envolverla en papel de film, unos 15 minutos al vapor y lista. Una vez fría endurece y permite cortarla muy fina, ideal para bocadillos.
Si la hacemos con thermomix troceamos la pechuga y el jamón a velocidad 5, incorporamos el queso y mezclamos a velocidad 4. Una vez formado el rulo y envuelto en papel film lo colocamos en el recipiente varoma y aprovechamos al hacer una crema de verduras u otra receta que necesite varoma 20 minutos para que se nos haga el fiambre a la vez aprovechando el vapor. Se puede hacer al microondas si no tenemos la opción de cocinarlo al vapor pero pincha el plástico para que no se hinche. Se puede comer directamente en bocadillo y ensaladas o pasarlo por la plancha para servirlo caliente. Conservantes cero, azúcares cero, almidones cero y aditivos químicos cero, seguro que tu cuerpo te lo agradece.
Receta: 500 gr. pechuga de pollo, 200 gr. jamón serrano, 100 gr. queso crema, pizca de pimienta y sal.
martes, 29 de marzo de 2016
galletas decoradas con glasa, al fin la glasa soñada
Llevo tiempo practicando el arte de las galletas decoradas y dada mi falta de paciencia no es lo que mejor se me da realmente pero, quien la sigue la consigue y ese es uno de mis muchos retos a dia de hoy, conseguir unas galletas decoradas dignas.
La parte de hacer la masa de galletas, cortar y hornear no tiene mayor problema. Elije tu masa de galletas de mantequilla preferida, intenta trabajar con una masa de galletas bien fría para que no se pegue, estira la masa con un rodillo de grosor fijo, son esos rodillos que llevan unos aros en los extremos que marcan el grosor de la masa al estirarla, para decorar galletas te recomiendo un grosor de 0.4 cm mínimo porque si son muy finas son más difíciles de despegar y cortar bien. Enharina siempre un poco la superficie de trabajo para despegar fácilmente la galleta una vez cortada, aprieta bien el cortador de galletas hasta el fondo para dejar un corte limpio. Las coloco en bandeja de galletas de horno al horno a 170 grados y estarán listas cuando empiecen a dorar. Déjalas enfriar bien sobre rejilla antes de decorarlas con glasa.
La receta de glasa que os presento os quitará muchos dolores de cabeza a la hora de decorar las galletas, Tiene una textura muy fácil de trabajar y seca rápido. Tamiza el azúcar glass y mezclalo con el merengue en polvo, añades el agua y dejas a velocidad baja la batidora con la pala plana unos 8 minutos, es importante dejarla batiendo este tiempo para adquirir la textura deseada. La glasa de bordear siempre podemos diluirla con una cucharadita de agua para tener una glasa de relleno, la consistencia final de la de relleno va a gustos, (yo suelo dejarla caer con una cuchara y contar 6 o 7 segundos hasta que desaparezca) así que empieza añadiendo muy poca agua y ajusta la cantidad a la textura deseada. Usé colorantes chefdelice para darle color. Para darle mayor brillo a la glasa de las galletas necesitamos un secado rápido y el truco de meterlas 30 minutos en un deshidratador a secar una vez decoradas funciona de maravilla.
Como veis en la foto aún necesito mejorar el acabado pero con esta glasa no dudo en conseguirlo practicando algo más.
Receta masa galletas: 500 gr. harina, 200 gr. azúcar, 200 gr. mantequilla, 2 huevos, pizca de sal y vainilla.
Receta glasa: (para decorar al menos 25 galletas): 3 cucharaditas polvo de merengue (en mi caso marca Wilton), 40 ml. agua, 250 gr. azúcar glass.
La parte de hacer la masa de galletas, cortar y hornear no tiene mayor problema. Elije tu masa de galletas de mantequilla preferida, intenta trabajar con una masa de galletas bien fría para que no se pegue, estira la masa con un rodillo de grosor fijo, son esos rodillos que llevan unos aros en los extremos que marcan el grosor de la masa al estirarla, para decorar galletas te recomiendo un grosor de 0.4 cm mínimo porque si son muy finas son más difíciles de despegar y cortar bien. Enharina siempre un poco la superficie de trabajo para despegar fácilmente la galleta una vez cortada, aprieta bien el cortador de galletas hasta el fondo para dejar un corte limpio. Las coloco en bandeja de galletas de horno al horno a 170 grados y estarán listas cuando empiecen a dorar. Déjalas enfriar bien sobre rejilla antes de decorarlas con glasa.
La receta de glasa que os presento os quitará muchos dolores de cabeza a la hora de decorar las galletas, Tiene una textura muy fácil de trabajar y seca rápido. Tamiza el azúcar glass y mezclalo con el merengue en polvo, añades el agua y dejas a velocidad baja la batidora con la pala plana unos 8 minutos, es importante dejarla batiendo este tiempo para adquirir la textura deseada. La glasa de bordear siempre podemos diluirla con una cucharadita de agua para tener una glasa de relleno, la consistencia final de la de relleno va a gustos, (yo suelo dejarla caer con una cuchara y contar 6 o 7 segundos hasta que desaparezca) así que empieza añadiendo muy poca agua y ajusta la cantidad a la textura deseada. Usé colorantes chefdelice para darle color. Para darle mayor brillo a la glasa de las galletas necesitamos un secado rápido y el truco de meterlas 30 minutos en un deshidratador a secar una vez decoradas funciona de maravilla.
Como veis en la foto aún necesito mejorar el acabado pero con esta glasa no dudo en conseguirlo practicando algo más.
Receta masa galletas: 500 gr. harina, 200 gr. azúcar, 200 gr. mantequilla, 2 huevos, pizca de sal y vainilla.
Receta glasa: (para decorar al menos 25 galletas): 3 cucharaditas polvo de merengue (en mi caso marca Wilton), 40 ml. agua, 250 gr. azúcar glass.
sábado, 26 de marzo de 2016
cupcake de plátano y chocolate, una mezcla extraordinaria
Uno de mis bizcochos preferidos es el de plátano y nueces, al ver la receta de estos cupcakes en el libro "the hummingbird bakery" enseguida he pensado que esa mezcla de sabores merecía la pena probarla. El plátano funciona muy bien en postres sobre todo si está bien maduro, al hornearlo se convierte casi en caramelo y añade mucho sabor y jugosidad a la mezcla. El chocolate funciona muy bien al mezclarlo con el plátano pero si lo prefieres puedes cubrir los cupcakes con cobertura de vainilla o de crema de queso.
Siempre que añadimos fruta a un bizcocho o magdalena nos hace que la mezcla suba algo menos al hornearla, puedes llenar un poco más las cápsulas en este caso que en mezclas sin fruta. Realizamos la mezcla de bizcocho como siempre y añadimos el plátano bien triturado con un tenedor al final, si no quieres encontrar trocitos de plátano puedes triturarlo aún más. En esta ocasión he aprovechado la cobertura ligera de crema de queso que tenía preparada de unos cupcakes red velvet que hice a la vez que estos. He añadido cacao a la cobertura hasta darle el color deseado para cubrir los cupcakes de plátano. Para poner el adorno final he puesto una rodaja de plátano fresco y gotas de chocolate para mezclar sabores, colores y texturas. En la foto podéis ver los cupcakes de chocolate y plátano junto con unos red-velvet.
Receta cupcake: 120gr. harina, 120gr. azúcar, 80gr. mantequilla, 120ml kefir o buttermilk, 2 huevos, un plátano, una cucharadita de bicarbonato y otra de canela, pizca de sal.
Receta cobertura de crema de queso: 250gr. azúcar glass, 80gr. mantequilla, 80 gr. crema de queso y 40gr. cacao.
Siempre que añadimos fruta a un bizcocho o magdalena nos hace que la mezcla suba algo menos al hornearla, puedes llenar un poco más las cápsulas en este caso que en mezclas sin fruta. Realizamos la mezcla de bizcocho como siempre y añadimos el plátano bien triturado con un tenedor al final, si no quieres encontrar trocitos de plátano puedes triturarlo aún más. En esta ocasión he aprovechado la cobertura ligera de crema de queso que tenía preparada de unos cupcakes red velvet que hice a la vez que estos. He añadido cacao a la cobertura hasta darle el color deseado para cubrir los cupcakes de plátano. Para poner el adorno final he puesto una rodaja de plátano fresco y gotas de chocolate para mezclar sabores, colores y texturas. En la foto podéis ver los cupcakes de chocolate y plátano junto con unos red-velvet.
Receta cupcake: 120gr. harina, 120gr. azúcar, 80gr. mantequilla, 120ml kefir o buttermilk, 2 huevos, un plátano, una cucharadita de bicarbonato y otra de canela, pizca de sal.
Receta cobertura de crema de queso: 250gr. azúcar glass, 80gr. mantequilla, 80 gr. crema de queso y 40gr. cacao.
red velvet cupcake, terciopelo rojo acariciando el paladar
Ya tardaba yo en publicar estos cupcakes, los red velvet o terciopelo rojo que están tan de moda y con razón, los pruebas y crean adicción, yo acabo de comprobarlo en casa, han salido 11 cupcakes y uno mini para usar de adorno y en cuestión de minutos han desaparecido.
Ya había hecho un intento hace días con esta receta y no había conseguido el color deseado, vamos que no eran red sino mas bien cacao, de los errores es de donde más aprendemos y yo ya lo tengo claro, es necesario emplear colorante rojo de calidad para conseguir el color, no sirve cualquier colorante, los que encontramos en la mayoría de supermercados están muy diluidos, yo os recomiendo red extra de sugarflair en pasta que es el que he usado y han salido estupendos con media cucharita, es mejor también usar colorante rojo en pasta que en polvo o liquido. Espero que lo aprendido te ayude y los consigas a la primera.
Los red velvet con cobertura de crema de queso causarán sensación en cualquier ocasión así que no dudes en probarlos. Una vez tengas la crema de queso puedes hacerla más densa y usar manga para cubrirlos o dejar la crema más ligera (a nosotros nos gusta más asi) y cubrirlos con la propia lengua pastelera o una cucharita. Yo para acabar el adorno he usado un resto de cupcake que me sobró para desmenuzarlo y dejarlo caer sobra la crema de queso creando un contraste de colores y texturas.
La receta es del libro "the hummingbird bakery".
Receta cupcake (salen entre 10 y 12 depende del tamaño): 60gr. mantequilla, 150gr. azúcar, 120ml. kefir o buttermilk, 150gr. harina, 1 huevo, 20gr. cacao en polvo, media cucharadita colorante rojo extra en pasta de sugarflair, pizca de sal y vainilla, una cucharadita y media de vinagre blanco, media cucharita bicarbonato sódico.
Receta cobertura de crema de queso: 250gr. azúcar glass, 80gr. mantequilla, 80 gr. crema de queso
Ya había hecho un intento hace días con esta receta y no había conseguido el color deseado, vamos que no eran red sino mas bien cacao, de los errores es de donde más aprendemos y yo ya lo tengo claro, es necesario emplear colorante rojo de calidad para conseguir el color, no sirve cualquier colorante, los que encontramos en la mayoría de supermercados están muy diluidos, yo os recomiendo red extra de sugarflair en pasta que es el que he usado y han salido estupendos con media cucharita, es mejor también usar colorante rojo en pasta que en polvo o liquido. Espero que lo aprendido te ayude y los consigas a la primera.
Los red velvet con cobertura de crema de queso causarán sensación en cualquier ocasión así que no dudes en probarlos. Una vez tengas la crema de queso puedes hacerla más densa y usar manga para cubrirlos o dejar la crema más ligera (a nosotros nos gusta más asi) y cubrirlos con la propia lengua pastelera o una cucharita. Yo para acabar el adorno he usado un resto de cupcake que me sobró para desmenuzarlo y dejarlo caer sobra la crema de queso creando un contraste de colores y texturas.
La receta es del libro "the hummingbird bakery".
Receta cupcake (salen entre 10 y 12 depende del tamaño): 60gr. mantequilla, 150gr. azúcar, 120ml. kefir o buttermilk, 150gr. harina, 1 huevo, 20gr. cacao en polvo, media cucharadita colorante rojo extra en pasta de sugarflair, pizca de sal y vainilla, una cucharadita y media de vinagre blanco, media cucharita bicarbonato sódico.
Receta cobertura de crema de queso: 250gr. azúcar glass, 80gr. mantequilla, 80 gr. crema de queso
jueves, 24 de marzo de 2016
Tarta de chocolate y avellanas, puro placer
Vuelvo al libro de Peggy Porschen "Boutique baking" para presentaros la tarta de avellana y chocolate, el libro tiene un montón de recetas espectaculares pero desde que vi esta tarta fue para mi un flechazo, soy amante de los frutos secos así que vi una tarta de avellana y yo ya estaba babeando.
La decoración me pareció también muy original, es fácil pero le sienta a la tarta como un sombrero elegante bien encajado. No soy muy fan de los acabados con fondant, para adornos pequeños esta muy bien pero en mucha cantidad normalmente satura la tarta y al final ni se come, siempre que puedo adorno con mazapán o chocolate y en este caso parece que la autora me leyó el pensamiento.
La tarta tiene una sabor intenso a avellana con un toque final de chocolate, no es pesada porque lleva poca harina y las claras a punto de nieve. Para prepararla trituras primero la harina con las avellanas y el chocolate y reservas a parte. Bates hasta el punto cremoso el azúcar con la mantequilla y la vainilla. Añades las yemas de huevo incorporándolas de una en una y batiendo bien. Añade la mitad de la mezcla de frutos secos reservada al principio y el ron, mezclar y añadir el resto reservado. A parte montamos las claras y las incorporamos a la mezcla final con movimientos suaves. Hornear a 170 grados unos 50 minutos. Enfriar fuera del horno 30 minutos antes de cubrirlo. Para la cobertura, sobre una superficie espolvoreada con azúcar glass estiramos el mazapán hasta un tamaño igual o mayor que la circunferencia de la tarta, vertemos el ganaché fundido y cortamos cuando enfríe con el mismo molde de la tarta. Las dos capas juntas las colocas con cuidado cubriendo la tarta.
Receta bizcocho: 150 gr. avellanas, 75 gr. chocolate, 50 gr. harina con 5 gr. levadura química, 150 gr. mantequilla, 100 gr. azúcar moreno, 3 huevos, 1 cucharada y media de ron, pizca de sal, canela y vainilla.
Decoración: 250 gr. mazapán y 250 gr. ganaché de chocolate. Azúcar glass para decorar.
La decoración me pareció también muy original, es fácil pero le sienta a la tarta como un sombrero elegante bien encajado. No soy muy fan de los acabados con fondant, para adornos pequeños esta muy bien pero en mucha cantidad normalmente satura la tarta y al final ni se come, siempre que puedo adorno con mazapán o chocolate y en este caso parece que la autora me leyó el pensamiento.
La tarta tiene una sabor intenso a avellana con un toque final de chocolate, no es pesada porque lleva poca harina y las claras a punto de nieve. Para prepararla trituras primero la harina con las avellanas y el chocolate y reservas a parte. Bates hasta el punto cremoso el azúcar con la mantequilla y la vainilla. Añades las yemas de huevo incorporándolas de una en una y batiendo bien. Añade la mitad de la mezcla de frutos secos reservada al principio y el ron, mezclar y añadir el resto reservado. A parte montamos las claras y las incorporamos a la mezcla final con movimientos suaves. Hornear a 170 grados unos 50 minutos. Enfriar fuera del horno 30 minutos antes de cubrirlo. Para la cobertura, sobre una superficie espolvoreada con azúcar glass estiramos el mazapán hasta un tamaño igual o mayor que la circunferencia de la tarta, vertemos el ganaché fundido y cortamos cuando enfríe con el mismo molde de la tarta. Las dos capas juntas las colocas con cuidado cubriendo la tarta.
Receta bizcocho: 150 gr. avellanas, 75 gr. chocolate, 50 gr. harina con 5 gr. levadura química, 150 gr. mantequilla, 100 gr. azúcar moreno, 3 huevos, 1 cucharada y media de ron, pizca de sal, canela y vainilla.
Decoración: 250 gr. mazapán y 250 gr. ganaché de chocolate. Azúcar glass para decorar.
miércoles, 23 de marzo de 2016
yogur de café latte de vainilla, nada mejor para acabar una comida
Vamos a ver hoy un yogur que mezcla la experiencia de tomarse un buen yogur al terminar una comida con el placer del gusto al café, en mi casa es uno de los favoritos. Para conseguir un yogur tan cremoso y que no sea ácido debido al café he probado varios experimentos sin éxito, siempre que le añado café líquido de cafetera el resultado no me convence, la solución ha sido usar café en polvo de la marca que prefieras y una cantidad suficiente de espesante para darle cuerpo, en este caso he añadido almidón de maíz pero podría hacerse con leche en polvo. El toque de vainilla se lo da una cucharita de azúcar vainillado casero pero puedes comprarlo o añadir directamente media cucharita de vainilla. El dulzor final puedes ajustarlo a tu gusto variando la cantidad de azúcar. Puedes elegir si quieres el café descafeinado a la hora de añadirlo a la mezcla.
Para preparalo mezclamos la leche con el azúcar, la vainilla, el almidón de maíz y el café en polvo. Calentamos a 90 grados y revolvemos hasta que empiece a coger algo de cuerpo, en la thermomix a velocidad 3 con 5 minutos lo tenemos listo. Dejamos enfriar la mezcla hasta 40 grados o menos para no matar los fermentos del yogur, añadimos el yogur fresco y mezclamos todo de nuevo. Pasamos a yogurtera o dejamos en botes a unos 40 grados cubiertos con una manta o en el horno.
Receta: 1 litro de leche entera, 2 cucharadas café en polvo, 80 gr. azúcar, 2 cucharitas azúcar vainillado o media de vainilla, 1 yogur fresco, 1 cucharada de almidón de maíz (maizena).
Para preparalo mezclamos la leche con el azúcar, la vainilla, el almidón de maíz y el café en polvo. Calentamos a 90 grados y revolvemos hasta que empiece a coger algo de cuerpo, en la thermomix a velocidad 3 con 5 minutos lo tenemos listo. Dejamos enfriar la mezcla hasta 40 grados o menos para no matar los fermentos del yogur, añadimos el yogur fresco y mezclamos todo de nuevo. Pasamos a yogurtera o dejamos en botes a unos 40 grados cubiertos con una manta o en el horno.
Receta: 1 litro de leche entera, 2 cucharadas café en polvo, 80 gr. azúcar, 2 cucharitas azúcar vainillado o media de vainilla, 1 yogur fresco, 1 cucharada de almidón de maíz (maizena).
mermelada de mango, manzana, canela y jenjibre, para un buen despertar
Buenos días a todos, espero que hayáis desayunado bien ya que es fundamental para mantener el tipo y activar la mente, aunque no lo creáis la gente que desayuna bien está mas delgada que los que se saltan el desayuno, es cuestión del metabolismo del cuerpo, cuando te levantas lo activas y te pide energía, si no se la damos ralentiza el metabolismo y comiendo lo mismo engordamos más, lo mismo ocurre con las dietas, acostumbras al cuerpo a trabajar con menos y cuando le das lo normal no lo consume tan bien por tener un metabolismo más lento. Así que ya lo sabéis para mantenerte activa y delgada ayuda mucho un buen desayuno, una comida muy variada y una cena temprana y ligera, de esta forma te levantas con hambre de sobra para desayunar bien y el cuerpo te lo agradece. Para que además ese desayuno sea bien completo necesitamos un poco de todo, proteínas y grasas en la leche y bastantes hidratos de carbono para arrancar, por eso unas tostadas de pan con mermelada no podrían venir mejor.
La mermelada de hoy es sorprendente, seguramente es efecto de la manzana pero ha quedado densa como una confitura, tiene sabor a mango pero algo más dulce, bueno, es difícil de explicar así que lo mejor es que la probéis y ya me contáis.
Receta: 200 gr. mango, 150 gr. manzana, un trocito como una cereza de jenjibre fresco, media cucharita de canela y 100 gr. de azúcar. Como siempre triturar bien y revolverla a fuego medio hasta que espese. Envasar en caliente y poner los botes al revés diez minutos.
La mermelada de hoy es sorprendente, seguramente es efecto de la manzana pero ha quedado densa como una confitura, tiene sabor a mango pero algo más dulce, bueno, es difícil de explicar así que lo mejor es que la probéis y ya me contáis.
Receta: 200 gr. mango, 150 gr. manzana, un trocito como una cereza de jenjibre fresco, media cucharita de canela y 100 gr. de azúcar. Como siempre triturar bien y revolverla a fuego medio hasta que espese. Envasar en caliente y poner los botes al revés diez minutos.
martes, 22 de marzo de 2016
tarta damero, para jugar al ajedrez o animar los colores de tu equipo
Para el montaje de la tarta necesitamos dos bizcochos de dos colores, yo he optado por uno de chocolate y otro de vainilla pero podríamos usar una mezcla de bizcocho de vainilla, separarla en dos partes iguales y añadir el colorante deseado a cada una, la próxima vez hago una acercamiento a los colores del sporting a ver como queda. Una vez tenemos las dos mezclas divididas, horneamos cada una en moldes redondos iguales de forma que acabemos con dos bizcochos de las mismas dimensiones. Dejamos enfriar en rejilla y podemos cortar cada bizcocho por la mitad como para rellenar si tienen bastante grosor y queremos el doble de cuadrados en nuestra tarta, si podéis hacerlo queda aún mejor, yo en este caso los he dejado sin cortar al medio. Ahora necesitamos cortar de arriba a abajo cada bizcocho en tres círculos concéntricos cada uno un tercio más pequeño que el otro.
Receta ganaché de chocolate: 250 gr. chocolate para fundir mínimo 50% cacao , 200 gr. nata mínimo 30% grasa.
lunes, 21 de marzo de 2016
empanada criolla con salsa barbacoa, mezcla de culturas
Hoy os incluyo mi primera empanada, no es la primera que hago ni mucho menos, aquí en Asturias hacer empanadas para llevar al "prao" de comida es muy típico, lo que vendría a ser un picnic ya sea de playa o montaña. Si es verdad que voy variando mucho los rellenos y el de esta empanada es la primera vez que lo hago, hacía tiempo que quería hacer un relleno más tipo argentino, parecido a sus empanadillas criollas donde la carne va cortada a cuchillo y como además tenía un par de cucharadas de salsa barbacoa no me lo pensé dos veces. Trituré las verduras para sofreírlas, le añadí luego la carne para dorar y al final la salsa barbacoa y la de tomate, en total unos 15 o 20 minutos pues se acaba de hacer todo en el horno. El resultado lo podéis apreciar por la mala calidad de la foto, el problema es que se la comieron tan rápido que tuve que hacer la foto cuando me di cuenta que ya la estaban acabando y pillando los último trozos.
La masa de mis empanadas y empanadillas si que es una constante desde hace años, es raro que no cambie algo en una receta pero esta masa roza la perfección por lo fácil y rica que está, es de las pocas recetas que me pasó mi madre y de las pocas que se de memoria. Se bate el aceite templado con el vino blanco y se le añaden dos o tres cucharadas de harina con la sal batiendo, añadimos la levadura y el resto de la harina hasta poder amasar fuera de la fuente, no tiene que pegarse a la mesa de trabajo pero es preferible que se pegue algo a pasarse con la harina, como todas las masas siempre es mejor quedarte corta con la harina. Se divide en dos partes, con la mayor cubrimos el fondo de la bandeja, añadimos el relleno y con el resto de masa tapamos, cerramos con un tenedor los bordes y pinchamos bastante la masa por encima para que deje salir algo de vapor al hornear. A 180 grados estará lista en unos 40 minutos o cuando esté bien dorada. Como esta vez ya no me quedaba huevo para pintar la empanada use leche, siempre podéis usar este sustituto que aunque no le da tanto brillo al acabado le da un bonito color.
Receta masa: una vaso vino blanco templado, la misma medida de aceite de oliva suave, 5 gr. sal, 10 gr. levadura química, harina suficiente hasta que la masa no se pegue a las manos (en este caso mezcle unos 400 gr. de harina de trigo blanca con 100 gr. de harina integral mezcla de cereales con pepitas de girasol)
Receta relleno: 500 gr. filetes de lomo cortados en daditos pequeños, 100 gr. cebolla, 1 diente de ajo, 100 gr. pimiento rojo y verde (yo use solo verde por no tener rojo), 2 cucharadas salsa barbacoa y dos de tomate triturado, una cucharita de sal y 30 gr. aceite.
La masa de mis empanadas y empanadillas si que es una constante desde hace años, es raro que no cambie algo en una receta pero esta masa roza la perfección por lo fácil y rica que está, es de las pocas recetas que me pasó mi madre y de las pocas que se de memoria. Se bate el aceite templado con el vino blanco y se le añaden dos o tres cucharadas de harina con la sal batiendo, añadimos la levadura y el resto de la harina hasta poder amasar fuera de la fuente, no tiene que pegarse a la mesa de trabajo pero es preferible que se pegue algo a pasarse con la harina, como todas las masas siempre es mejor quedarte corta con la harina. Se divide en dos partes, con la mayor cubrimos el fondo de la bandeja, añadimos el relleno y con el resto de masa tapamos, cerramos con un tenedor los bordes y pinchamos bastante la masa por encima para que deje salir algo de vapor al hornear. A 180 grados estará lista en unos 40 minutos o cuando esté bien dorada. Como esta vez ya no me quedaba huevo para pintar la empanada use leche, siempre podéis usar este sustituto que aunque no le da tanto brillo al acabado le da un bonito color.
Receta masa: una vaso vino blanco templado, la misma medida de aceite de oliva suave, 5 gr. sal, 10 gr. levadura química, harina suficiente hasta que la masa no se pegue a las manos (en este caso mezcle unos 400 gr. de harina de trigo blanca con 100 gr. de harina integral mezcla de cereales con pepitas de girasol)
Receta relleno: 500 gr. filetes de lomo cortados en daditos pequeños, 100 gr. cebolla, 1 diente de ajo, 100 gr. pimiento rojo y verde (yo use solo verde por no tener rojo), 2 cucharadas salsa barbacoa y dos de tomate triturado, una cucharita de sal y 30 gr. aceite.
sábado, 19 de marzo de 2016
espuma de mango, naranja y pacharán, vamos a volvernos sofisticados
Hoy os presento otro cacharrín de cocina que puede ser muy útil a la vez que espectacular en los resultados, el sifón para preparar espumas invento de nuestro chef más famoso Ferran Adriá. Ahora ya no son tan caros y puedes conseguir sifones de buena calidad por unos 30 euros, son para toda la vida así que usándolos de vez en cuando ya te compensa. Funciona añadiendo una solución líquida bien colada (para evitar que la salida del sifón se tapone), un agente emulsionante, es decir una sustancia que incorpore aire al líquido y lo mantenga (como cuando montamos nata) y una o más cargas de gas para hacer mucho más eficaz la incorporación de burbujas de aire.
Al crear una espuma tienes que tomar tres decisiones. La primera es el sabor que quieres, corresponde al liquido que añadas y puede ser casi todo lo que se te ocurra. La segunda es tu emulsionante, puede ser gelatina, claras de huevo o nata para espumas frías y fécula o claras de huevo para espumas calientes. La tercera la densidad, puedes hacerla densa como nata montada o mousse o más líquida como crema o salsa, la densidad dependerá de la cantidad de emulsionante, el número de cargas y el tiempo de reposo antes de servir. Los sifones son muy prácticos para montar nata y mayonesa, en el caso de la nata lo puedes tener en la nevera y añadir nata montada a tus postres cuando quieras, como con los sifones de nata montada que venden en las tiendas. Si en lugar de cargas de N2O usáis cargas de CO2 tendréis un sifón de los de antes para preparar bebidas carbónicas, añade las cargas a una limonada y le añadirá burbujas.
La primera creación de espumas en el blog tenía que ser tropical así que al mango le dí alegría con un licor, en este caso pacharán pero podría ser tequila o ron, y le añadí naranja. Para darle consistencia de mousse le añadí gelatina y algo de nata, puedes quitar la nata totalmente al añadir gelatina y usar sifón, esta es parte de la gracia, hacer un mousse bastante light pero igual de cremoso, en este caso le puse un poco de nata pero es opcional. Recordar siempre, una vez que metáis las cargas al sifón, agitarlo unas pocas veces y dejarlo en la nevera en horizontal hasta servir. Mi sifón es de 1 litro de capacidad y por eso necesité dos cargas, para uno de medio litro con una carga sería suficiente. Cuando tengáis el puré con todo añadido y bien triturado pasarlo por un colador fino para introducirlo al sifón, así evitamos que se tapone la salida. En la salida puedes acoplar boquillas diferentes para jugar con la presentación en caso de espumas densas.
Receta: 125 gr. mango, 125 gr. naranja, 30 gr. pacharán, 100 gr. azúcar, 30 gr. nata, 150 gr. agua, 8 gr. gelatina en polvo hidratada en 50 gr. de agua o 4 hojas hidratadas en agua y dos cargas de N2O para el sifón.
Al crear una espuma tienes que tomar tres decisiones. La primera es el sabor que quieres, corresponde al liquido que añadas y puede ser casi todo lo que se te ocurra. La segunda es tu emulsionante, puede ser gelatina, claras de huevo o nata para espumas frías y fécula o claras de huevo para espumas calientes. La tercera la densidad, puedes hacerla densa como nata montada o mousse o más líquida como crema o salsa, la densidad dependerá de la cantidad de emulsionante, el número de cargas y el tiempo de reposo antes de servir. Los sifones son muy prácticos para montar nata y mayonesa, en el caso de la nata lo puedes tener en la nevera y añadir nata montada a tus postres cuando quieras, como con los sifones de nata montada que venden en las tiendas. Si en lugar de cargas de N2O usáis cargas de CO2 tendréis un sifón de los de antes para preparar bebidas carbónicas, añade las cargas a una limonada y le añadirá burbujas.
La primera creación de espumas en el blog tenía que ser tropical así que al mango le dí alegría con un licor, en este caso pacharán pero podría ser tequila o ron, y le añadí naranja. Para darle consistencia de mousse le añadí gelatina y algo de nata, puedes quitar la nata totalmente al añadir gelatina y usar sifón, esta es parte de la gracia, hacer un mousse bastante light pero igual de cremoso, en este caso le puse un poco de nata pero es opcional. Recordar siempre, una vez que metáis las cargas al sifón, agitarlo unas pocas veces y dejarlo en la nevera en horizontal hasta servir. Mi sifón es de 1 litro de capacidad y por eso necesité dos cargas, para uno de medio litro con una carga sería suficiente. Cuando tengáis el puré con todo añadido y bien triturado pasarlo por un colador fino para introducirlo al sifón, así evitamos que se tapone la salida. En la salida puedes acoplar boquillas diferentes para jugar con la presentación en caso de espumas densas.
Receta: 125 gr. mango, 125 gr. naranja, 30 gr. pacharán, 100 gr. azúcar, 30 gr. nata, 150 gr. agua, 8 gr. gelatina en polvo hidratada en 50 gr. de agua o 4 hojas hidratadas en agua y dos cargas de N2O para el sifón.
viernes, 18 de marzo de 2016
bizcocho tres sabores: fresa, chocolate y vainilla, como los helados
Como veis la mejor creación de hoy no sale de mi horno. Hoy he ido como todas las mañanas al corral de las gallinas y las ovejas a darles los buenos días y algo de comer cuando me he encontrado a dos preciosidades al lado de su madre. Haga lo que haga hoy en el horno no voy a superar esto.
Después de la alegría que me he llevado con los dos corderitos, creo que uno es hembra y otro macho, he vuelto a la cocina a hornear algo como siempre. Estaba preparando el material para hacer un bizcocho veteado, el típico de vainilla y chocolate cuando volvieron las musas a mi cocina, todavía tenía algo de mermelada de frambuesa al cava en la nevera y viendo el intenso color y sabor que tiene pensé, ¿y si hago una tercera capa de frambuesa?, sabía que con el sabor no habría problema pero no tenía tan claro si daría suficiente color a la masa para que perdurara una vez horneado, en el fondo estaba sustituyendo el colorante artificial que pondría para dar color a un bizcocho por uno natural que además le aportaría sabor, si salía bien sería algo digno de repetir.
Como era una prueba no quise hacer un bizcocho demasiado grande pero no se me ocurrió usar un molde más pequeño (en este punto creo que las musas ya habían despejado la cocina) así que me ha quedado muy largo pero con muy poca altura, ya veis en la foto que las tres capas son muy estrechas pero espero que podáis apreciar los tres colores. La mermelada de frambuesa ha hecho bien sus dos funciones, la de dar sabor y color, ha quedado un bizcocho divertido y sobre todo sabroso. La próxima vez lo hago con el doble de grosor para que sea aún más espectacular.
La receta del bizcocho es la misma para las tres capas, una vez la tienes preparada la separas en tres partes iguales y a una le añades 25 gr. de cacao en polvo y a la otra 25 gr. de mermelada de fresa o frambuesa. Viertes con cuidado en el molde una capa encima de la otra hasta añadir las tres y puedes "romperlas" un poco con una espátula para mezclarlas algo entre sí. Metes el molde en el horno precalentado a 170 grados durante unos 20 minutos o hasta que lo aprietes con el dedo y recupere su forma. Enfriar el bizcocho en rejilla antes de desmoldar.
Receta bizcocho: 2 huevos, 160 gr. leche o buttermilk (yo he puesto la mitad de leche y la otra de kefir), 200 gr. harina floja tamizada, 200 gr. azúcar, 100 gr. mantequilla, pizca de sal y vainilla y 12 gr. levadura química.
Después de la alegría que me he llevado con los dos corderitos, creo que uno es hembra y otro macho, he vuelto a la cocina a hornear algo como siempre. Estaba preparando el material para hacer un bizcocho veteado, el típico de vainilla y chocolate cuando volvieron las musas a mi cocina, todavía tenía algo de mermelada de frambuesa al cava en la nevera y viendo el intenso color y sabor que tiene pensé, ¿y si hago una tercera capa de frambuesa?, sabía que con el sabor no habría problema pero no tenía tan claro si daría suficiente color a la masa para que perdurara una vez horneado, en el fondo estaba sustituyendo el colorante artificial que pondría para dar color a un bizcocho por uno natural que además le aportaría sabor, si salía bien sería algo digno de repetir.
Como era una prueba no quise hacer un bizcocho demasiado grande pero no se me ocurrió usar un molde más pequeño (en este punto creo que las musas ya habían despejado la cocina) así que me ha quedado muy largo pero con muy poca altura, ya veis en la foto que las tres capas son muy estrechas pero espero que podáis apreciar los tres colores. La mermelada de frambuesa ha hecho bien sus dos funciones, la de dar sabor y color, ha quedado un bizcocho divertido y sobre todo sabroso. La próxima vez lo hago con el doble de grosor para que sea aún más espectacular.
La receta del bizcocho es la misma para las tres capas, una vez la tienes preparada la separas en tres partes iguales y a una le añades 25 gr. de cacao en polvo y a la otra 25 gr. de mermelada de fresa o frambuesa. Viertes con cuidado en el molde una capa encima de la otra hasta añadir las tres y puedes "romperlas" un poco con una espátula para mezclarlas algo entre sí. Metes el molde en el horno precalentado a 170 grados durante unos 20 minutos o hasta que lo aprietes con el dedo y recupere su forma. Enfriar el bizcocho en rejilla antes de desmoldar.
Receta bizcocho: 2 huevos, 160 gr. leche o buttermilk (yo he puesto la mitad de leche y la otra de kefir), 200 gr. harina floja tamizada, 200 gr. azúcar, 100 gr. mantequilla, pizca de sal y vainilla y 12 gr. levadura química.
jueves, 17 de marzo de 2016
mermelada de frambuesas y cava, descubre el sabor de verdad
Hoy toca mi segunda mermelada especial. Quiero publicar en el blog sólo las mermeladas que se salen de lo común para haceros de puente en el descubrimiento de nuevas creaciones en vuestra cocina, lo innovador puede gustar o no pero el valor de probarlo nos hará más decididos en la vida y a veces nos sorprenderá y enamorará. Algo así le ha pasado a mi hija mayor con esta mermelada, ha sido probarla y parecía poseída como en el señor de los anillos :"mi tesoroooo", en su caso ha cogido el bote y se lo ha apropiado, le ha durado un día, se la comía a cucharadas de postre o de merienda.
Cualquier mermelada se hace con igual peso de fruta que de azúcar pero a mi me resultan demasiado dulces. Yo reduzco a la mitad o más la cantidad de azúcar para disparar el sabor de la fruta y hacer la mermelada más saludable. En el caso de frutas con bajo contenido en pectina como las fresas y frambuesas, al reducir el azúcar obtendremos una mermelada muy líquida. Para darle más consistencia tienes dos trucos, añadirle una cucharadita de pectina o dejarla reducir al fuego hasta que tome más consistencia, a mi me gusta más la primera opción porque todo el tiempo que estemos calentando de más perderemos propiedades de la fruta. Siempre podéis añadir algo de pectina a vuestras mermeladas para reducir el tiempo de cocción y la cantidad de azúcar.
Con thermomix se trata de triturar todo y poner a 90 grados, 15 minutos, velocidad 1. De forma tradicional lo trituráis todo bien y dejáis hervir en un cazo revolviendo la mermelada para que no se pegue hasta que alcance la consistencia deseada.
Receta: 500 gr. frambuesa fresca o congelada, 200 gr. azúcar, 100 ml cava, 30 gr. zumo limón, 1 cucharita pectina.
Cualquier mermelada se hace con igual peso de fruta que de azúcar pero a mi me resultan demasiado dulces. Yo reduzco a la mitad o más la cantidad de azúcar para disparar el sabor de la fruta y hacer la mermelada más saludable. En el caso de frutas con bajo contenido en pectina como las fresas y frambuesas, al reducir el azúcar obtendremos una mermelada muy líquida. Para darle más consistencia tienes dos trucos, añadirle una cucharadita de pectina o dejarla reducir al fuego hasta que tome más consistencia, a mi me gusta más la primera opción porque todo el tiempo que estemos calentando de más perderemos propiedades de la fruta. Siempre podéis añadir algo de pectina a vuestras mermeladas para reducir el tiempo de cocción y la cantidad de azúcar.
Con thermomix se trata de triturar todo y poner a 90 grados, 15 minutos, velocidad 1. De forma tradicional lo trituráis todo bien y dejáis hervir en un cazo revolviendo la mermelada para que no se pegue hasta que alcance la consistencia deseada.
Receta: 500 gr. frambuesa fresca o congelada, 200 gr. azúcar, 100 ml cava, 30 gr. zumo limón, 1 cucharita pectina.
miércoles, 16 de marzo de 2016
sorbete de lima-limón, buen remedio contra el calor
Ya se que estamos en invierno y el sorbete no es lo más apropiado para calentar el cuerpo pero hace poco que tengo la nueva thermomix y con las recetas guiadas es tan fácil cocinar que he dejado que mi hija pequeña nos lo prepare.
A ella le gusta cocinar pero no le suelo dejar hacerlo sola por miedo a quemaduras o cortes así que está emocionada. Es una niña a la que nunca le faltó iniciativa y se ha hecho medio dueña del aparato, quiere hacernos cosas todo el tiempo.
El sorbete de limón y las limonadas son una constante de verano en mi casa, tengo la suerte de tener limas y limones en gran cantidad así que los aprovecho bien. La receta se puede hacer de modo tradicional o con robot de cocina, os explico las variantes en cada caso. Primero preparamos un almíbar con agua y azúcar, de modo tradicional lo pones en un cazo a fuego lento hasta que espese un poco. Le añadimos el zumo de cuatro limas y cuatro limones, mezclamos bien y añadimos una clara de huevo, la clara sólo le va a dar más volumen así que es opcional, en este punto podemos añadirle algún licor para darle más chispa, al de limón le queda bien el cava, el vodka o el tequila para prepararnos una frozen-margarita. Se lleva toda la mezcla a una heladera o se congela y se sacan piezas pequeñas (tamaño cubito de hielo) para triturarlas al máximo en robot o batidor (se necesita mucha potencia para darle la textura adecuada, será difícil con un batidora de mano). Ya está listo para servir. Puedes adornarlo con unas hojas de menta o hierba-buena, incluso puedes triturar alguna con el sorbete para darle un sabor aún más fresco.
Receta: 650 gr. agua y 350 gr. azúcar para el almíbar, unos 200 gr. zumo de lima y limón (cuatro piezas de cada), 1 clara de huevo (opcional).
A ella le gusta cocinar pero no le suelo dejar hacerlo sola por miedo a quemaduras o cortes así que está emocionada. Es una niña a la que nunca le faltó iniciativa y se ha hecho medio dueña del aparato, quiere hacernos cosas todo el tiempo.
El sorbete de limón y las limonadas son una constante de verano en mi casa, tengo la suerte de tener limas y limones en gran cantidad así que los aprovecho bien. La receta se puede hacer de modo tradicional o con robot de cocina, os explico las variantes en cada caso. Primero preparamos un almíbar con agua y azúcar, de modo tradicional lo pones en un cazo a fuego lento hasta que espese un poco. Le añadimos el zumo de cuatro limas y cuatro limones, mezclamos bien y añadimos una clara de huevo, la clara sólo le va a dar más volumen así que es opcional, en este punto podemos añadirle algún licor para darle más chispa, al de limón le queda bien el cava, el vodka o el tequila para prepararnos una frozen-margarita. Se lleva toda la mezcla a una heladera o se congela y se sacan piezas pequeñas (tamaño cubito de hielo) para triturarlas al máximo en robot o batidor (se necesita mucha potencia para darle la textura adecuada, será difícil con un batidora de mano). Ya está listo para servir. Puedes adornarlo con unas hojas de menta o hierba-buena, incluso puedes triturar alguna con el sorbete para darle un sabor aún más fresco.
Receta: 650 gr. agua y 350 gr. azúcar para el almíbar, unos 200 gr. zumo de lima y limón (cuatro piezas de cada), 1 clara de huevo (opcional).
primera nominación al oscar de los yogures: yogur de galletas de canela
El yogur casero es lo que tiene, lo tuneas a tu gusto. Que a mi me gustan las nueces, hago unos yogures con praliné de nueces que te dejan lamiendo la cuchara, que mis hijas prefieren las fresas pero sin encontrar trozos, he conseguido unos yogures con fresas naturales frescas en época o congeladas el resto del año (puedes congelarlas tu mismo o comprarlas) que saben de rechupete, que un capuccino apetece siempre, tómalo como yogur y disfrútalo el doble.
En casa, cualquier yogur con cereales son postre diario, por eso puedes dejarlos menos dulces que los comerciales para que con los cereales se ajuste el dulzor final.Ya veis, la imaginación en el mundo del yogur da para mucho, podéis inventar el vuestro siempre que sigáis unos pasos: usar un buen y joven yogur como fuente de fermentos, eliminar los ácidos mediante cocción de los productos que añadas para dar sabor o los yogures se cortarán, ayudarle a darle cuerpo con grasa (añadir nata) o con algún espesante (maicena, leche en polvo,...) si os gustan bien densos y no dejar que esté demasiado tiempo en la yogurtera para que no se vuelvan ácidos (mejor 8 horas que 12 siempre que ya estén cuajados).
Iré añadiendo distintos yogures según los prepare y pueda hacerles la foto, hoy es el turno del yogur de galletas, en este caso usé unas galletas tipo speculoos porque el gusto que tienen a canela nos encanta. La preparación en este caso no puede ser más sencilla porque las galletas no necesitan cocción previa con la leche, simplemente templamos la leche a 37 grados, batimos para disolver las galletas y el azúcar en la leche. Añadimos el yogur a la mezcla y volvemos a batir bien. Pasamos la leche con todo a los vasitos de la yogurtera o los dejamos en el horno y lo encendemos cada 2 o 3 horas para intentar mantenerlo alrededor de 40 grados, es mejor no pasarse para no matar los fermentos. Como veis en la foto, parte de la galleta queda en el fondo al cuajar el yogur así que se trata de mezclarlo bien al comerlo. No le añadí espesante en esta ocasión y quedaron más líquidos.
Receta: 150 gr. galletas, 1 litro de leche, 50 gr. azúcar moreno, 1 yogur natural.
En casa, cualquier yogur con cereales son postre diario, por eso puedes dejarlos menos dulces que los comerciales para que con los cereales se ajuste el dulzor final.Ya veis, la imaginación en el mundo del yogur da para mucho, podéis inventar el vuestro siempre que sigáis unos pasos: usar un buen y joven yogur como fuente de fermentos, eliminar los ácidos mediante cocción de los productos que añadas para dar sabor o los yogures se cortarán, ayudarle a darle cuerpo con grasa (añadir nata) o con algún espesante (maicena, leche en polvo,...) si os gustan bien densos y no dejar que esté demasiado tiempo en la yogurtera para que no se vuelvan ácidos (mejor 8 horas que 12 siempre que ya estén cuajados).
Iré añadiendo distintos yogures según los prepare y pueda hacerles la foto, hoy es el turno del yogur de galletas, en este caso usé unas galletas tipo speculoos porque el gusto que tienen a canela nos encanta. La preparación en este caso no puede ser más sencilla porque las galletas no necesitan cocción previa con la leche, simplemente templamos la leche a 37 grados, batimos para disolver las galletas y el azúcar en la leche. Añadimos el yogur a la mezcla y volvemos a batir bien. Pasamos la leche con todo a los vasitos de la yogurtera o los dejamos en el horno y lo encendemos cada 2 o 3 horas para intentar mantenerlo alrededor de 40 grados, es mejor no pasarse para no matar los fermentos. Como veis en la foto, parte de la galleta queda en el fondo al cuajar el yogur así que se trata de mezclarlo bien al comerlo. No le añadí espesante en esta ocasión y quedaron más líquidos.
Receta: 150 gr. galletas, 1 litro de leche, 50 gr. azúcar moreno, 1 yogur natural.
fiesta tex-mex, primera parte: tortillas mejicanas
Me encanta tener amigos en casa para cenar y charlar. Una buena idea es preparar una cena dedicada a un país con sus platos y bebidas más típicas así que voy a iniciar una sección de fiestas internacionales. Como en la fiesta preparamos varios platos y bebidas he decidido incluirlas en el blog por partes, cada fiesta tendrá tres o cuatro entradas pero al final de cada una incluyo el plan de fiesta con todo el menú por si los más valientes se deciden a probarlo ya.
Hoy empezamos por tex-mex, o lo que es lo mismo, la mezcla de culturas entre mejico y texas que encuentras en ambos países al ser frontera, se ha creado una cocina propia llamada tex-mex que se ha hecho muy famosa por todo el mundo. En ella encontramos las famosas tortillas de maíz mejicanas que vendrían a ser nuestro pan, las tienen siempre a mano para acompañar platos, salsas o hacer creaciones como las quesadillas, los tacos, las fajitas, los burritos,... Ya veis que unos simples panes planos dan para mucho.
La receta de la tortilla mejicana es muy sencilla, se puede hacer de maíz o de trigo, yo os aconsejo probar la de maíz que es la original, también podéis hacer vuestras creaciones mezclando algún otro tipo de harina e incluso algún sabor como tomate, ajo,... Después de mezclar todos los ingredientes se divide la masa en unas 10 o 12 porciones para hacer unas tortillas no demasiado grandes, el tamaño final es decisión del cocinero.
Se estiran a rodillo y las podéis dejar con forma artesanal o usar un plato para cortarlas redondas y simétricas. En una sartén o plancha con una gota de aceite se doran bien por las dos caras a fuego medio. Al sacar la tortilla caliente puedes darle forma de cuenco que luego podrás rellenar con lo que se te ocurra, para ello la colocas entre dos cuencos y le pones algo de peso encima, al enfriar quedará la forma. Del mismo modo puedes darle forma de taco para rellenar colocándola en caliente sobre el rodillo de amasar. Para quesadillas, fajitas o burritos necesitas dejarla planas. Si cortas a tijera una tortilla en 8 triángulos y los fríes en aceite caliente vas a tener unos nachos para fiestas como nunca los probaste (foto inferior), es mejor comerlos recién hechos y acompañados de alguna salsa para mojar, a los niños les encantan.
Receta masa tortilla mejicana maíz: 200 gr. harina de maíz, 100 gr, harina trigo, 250 gr, agua templada, 40 gr. aceite, media cucharita levadura química y media de sal.
Receta masa tortilla mejicana trigo: 300 gr. harina trigo, 250 gr, agua templada, 40 gr. aceite, media cucharita levadura química y media de sal.
Plan de fiesta: nachos con salsa guacamole y picante, fajitas de lomo de cerdo, quesadillas de pollo, burritos de carne picada y para beber margarita y frozen-margarita.
martes, 15 de marzo de 2016
tarta de chocolate con relleno de crema de fresas, date un capricho
La receta del bizcocho de chocolate es la de devil´s cake de Martha Stewart y la crema de mantequilla siempre la hago mezclando igual cantidad de crema de queso que de mantequilla porque nos gusta más ligera. Un a vez bien mezclada y batida añadimos el jugo de las fresas con limón y mezclamos bien de nuevo para que quede bien suave y homogéneo. Ya veis en la foto con el corte de la tarta que queda muy jugosa.
Receta bizcocho chocolate: 1 taza y media de mantequilla, media taza de cacao, 2 tazas de azúcar, pizca de sal y vainilla, 3 tazas de harina floja tamizada (yo uso harina normal sustituyendo media taza por almidón de maiz), 1 taza de leche o buttermilk, 1 cucharita de bicarbonato sódico y 4 huevos.
Receta crema de mantequilla y fresas con limón: 100 gr. mantequilla, 100 gr. crema de queso, 250 gr. azúcar glass, 2 cucharadas jugo de fresas maceradas con azúcar y limón.
lunes, 14 de marzo de 2016
tarta de crema y fruta fresca, para conquistar el estómago de la pareja
Hoy vamos a hacer una tarta que llevo haciendo muchos años y sigue siendo la preferida de mi marido, imagino que hizo su trabajo a la hora de conquistar al hombre por el estómago porque funcionó.
Es una tarta con una base de pasta quebrada que podremos usar con cualquier relleno que se nos ocurra. Es una pasta muy sencilla de preparar y con la que trabajamos muy fácil pues no se agrieta ni se rompe al estirarla u hornearla. Una vez que tengamos la base preparada conviene dejarla una hora en la nevera a descansar y enfriar antes de estirarla en el molde. En esta ocasión como el relleno ya esta cocinado no es necesario meterlo al horno así que horneamos sólo la base cubriéndola con papel de horno y unos garbanzos, yo los garbanzo los guardo después en un bote y así los uso siempre que tenga que hornear sólo la base de la tarta. Si no ponemos peso encima de la base al hornearla, ésta se puede inflar y romper o perder la forma. Sin relleno siempre es mejor ponerle peso encima al hornear la base. Con esta receta os sale para hacer la base de dos tartas y la masa puede congelarse si no se usa en pocos días. El relleno es simplemente una crema pastelera que con la thermomix se hace sola pero se puede hacer de forma tradicional revolviendola en un cazo a fuego lento hasta que espese. El toque final de la tarta y que le da todo su colorido y sabor es cubrirla con fruta de temporada, yo suelo usar fresa, plátano y kiwi porque me parece que la combinación de color y sabor es espectacular. Si tenéis la fruta macerada en limón y azúcar ya tendrá brillo suficiente al colocarla como veis en la foto, sino siempre podéis diluir un poco de mermelada con agua o usar un almíbar para pincelar la fruta, así también se conservará mejor. Como lleva crema la tarta, si sobra, es recomendable guardarla en nevera.
Receta masa quebrada: 2 tazas (220 gr.) harina, 1/3 taza (60 gr.) azúcar, media cucharita bicarbonato sódico, pizca sal y vainilla, 2 huevos, 100 gr. mantequilla. Hornearla a 170 grados hasta que dore.
Receta crema pastelera: 500 gr. leche entera, 50 gr. maicena, 3 huevos, 70 gr. azúcar, pizca vainilla.
Es una tarta con una base de pasta quebrada que podremos usar con cualquier relleno que se nos ocurra. Es una pasta muy sencilla de preparar y con la que trabajamos muy fácil pues no se agrieta ni se rompe al estirarla u hornearla. Una vez que tengamos la base preparada conviene dejarla una hora en la nevera a descansar y enfriar antes de estirarla en el molde. En esta ocasión como el relleno ya esta cocinado no es necesario meterlo al horno así que horneamos sólo la base cubriéndola con papel de horno y unos garbanzos, yo los garbanzo los guardo después en un bote y así los uso siempre que tenga que hornear sólo la base de la tarta. Si no ponemos peso encima de la base al hornearla, ésta se puede inflar y romper o perder la forma. Sin relleno siempre es mejor ponerle peso encima al hornear la base. Con esta receta os sale para hacer la base de dos tartas y la masa puede congelarse si no se usa en pocos días. El relleno es simplemente una crema pastelera que con la thermomix se hace sola pero se puede hacer de forma tradicional revolviendola en un cazo a fuego lento hasta que espese. El toque final de la tarta y que le da todo su colorido y sabor es cubrirla con fruta de temporada, yo suelo usar fresa, plátano y kiwi porque me parece que la combinación de color y sabor es espectacular. Si tenéis la fruta macerada en limón y azúcar ya tendrá brillo suficiente al colocarla como veis en la foto, sino siempre podéis diluir un poco de mermelada con agua o usar un almíbar para pincelar la fruta, así también se conservará mejor. Como lleva crema la tarta, si sobra, es recomendable guardarla en nevera.
Receta masa quebrada: 2 tazas (220 gr.) harina, 1/3 taza (60 gr.) azúcar, media cucharita bicarbonato sódico, pizca sal y vainilla, 2 huevos, 100 gr. mantequilla. Hornearla a 170 grados hasta que dore.
Receta crema pastelera: 500 gr. leche entera, 50 gr. maicena, 3 huevos, 70 gr. azúcar, pizca vainilla.
sábado, 12 de marzo de 2016
mermelada de manzana reineta y nueces, asturias en un bote
Voy a empezar a publicar mermeladas artesanas que no se suelen encontrar en tiendas, lo hago como siempre en mi afán de convertir al mayor número de gente a mi religión, la que se guía por buscar la mayor aproximación a la naturaleza. En el mundo artificial de comidas preparadas y aditivos en que vivimos lo casero y natural es cada vez más raro. Como siempre os digo, probar una sola vez a hacer vuestra propia mermelada y os haréis creyentes de lo natural. Si lleváis esta filosofía al resto de vuestra vida notareis en poco tiempo que tendréis más vitalidad y os sentiréis mucho mejor. Al final si no te cuidas tu no podrás cuidar a los tuyos. Bueno, por hoy basta de sermones y vamos a lo que nos interesa, una mermelada que voy a patentar como Asturias en un bote y es que no podríamos recoger en una mermelada dos sabores más representativos de nuestra tierrina, la manzana reineta con ese toque ácido característico y las nueces que en ésta tierra se dan de maravilla.
La manzana es ideal para mermeladas al ser muy rica en pectina, esta sustancia ayuda a hacer las mermeladas más espesas. La cantidad de azúcar a añadirle puedes ponerla a tu gusto, normalmente se añade la misma cantidad de fruta que de azúcar pero a mi me parece muchísimo, así que yo suelo poner la mitad. El azúcar le dará consistencia a tu mermelada de modo que cuanto más lo reduzcas más líquida va a quedar, siempre puedes optar por añadir media cucharita de pectina comprada para que quede más densa. En este caso, al llevar manzana y las ueces tostadas troceadas la mermelada ha quedado con suficiente cuerpo. Si te gusta más puedes añadir al final las nueces menos troceadas para encontrarlas en la mermelada.
Receta: 500 gr. manzanas reinetas lavadas, descorazonadas y en trozos (yo le dejo la piel que es rica en pectina y vitaminas), 100 gr. nueces tostadas, 250 gr. azúcar y 30 gr. zumo de limón. En la thermomix se hace sóla, triturar todo y media hora con temperatura varoma, velocidad 1. De modo tradicional sería a fuego medio y revolviendo hasta que tuviera la consistencia adecuada.
La manzana es ideal para mermeladas al ser muy rica en pectina, esta sustancia ayuda a hacer las mermeladas más espesas. La cantidad de azúcar a añadirle puedes ponerla a tu gusto, normalmente se añade la misma cantidad de fruta que de azúcar pero a mi me parece muchísimo, así que yo suelo poner la mitad. El azúcar le dará consistencia a tu mermelada de modo que cuanto más lo reduzcas más líquida va a quedar, siempre puedes optar por añadir media cucharita de pectina comprada para que quede más densa. En este caso, al llevar manzana y las ueces tostadas troceadas la mermelada ha quedado con suficiente cuerpo. Si te gusta más puedes añadir al final las nueces menos troceadas para encontrarlas en la mermelada.
Receta: 500 gr. manzanas reinetas lavadas, descorazonadas y en trozos (yo le dejo la piel que es rica en pectina y vitaminas), 100 gr. nueces tostadas, 250 gr. azúcar y 30 gr. zumo de limón. En la thermomix se hace sóla, triturar todo y media hora con temperatura varoma, velocidad 1. De modo tradicional sería a fuego medio y revolviendo hasta que tuviera la consistencia adecuada.
jueves, 10 de marzo de 2016
baguettes de masa madre, nada es imposible de lograr
Hoy os vais a superar a vosotros mismos, vais a entrar en la cocina y decirle al horno, prepárate porque vas a crear la mejor baguette de tu historia, vamos a pasar por delante de las panaderías de pan artesano tan de moda (donde ahora una baguette cuesta más cara al peso que un solomillo) y reírnos pensando en la que acabamos de preparar en casa, los franceses van a hacernos la ola, si, así de impresionante es esta barra de pan y sino ya me lo contareis.
Voy a explicaros paso a paso el proceso y sobre todo insistir en los pasos fundamentales para que salga bien. Empecemos por la masa madre, ya os expliqué en una entrada anterior como hacerla pero siempre podéis lograr buenos resultados usando sólo levadura de panadero, así que si la excusa para no hacerla era esa estáis perdidos. Para preparar la masa de pan os indico mis cantidades pero dependerá mucho de la harina así que lo primero fundamental es tocar la masa, amasarla y sentir si necesita más agua o no, es raro que necesite más harina, tiene que quedar pegajosa hasta que la hayas amasado un par de minutos (ver el vídeo de amasado francés de la cocina de babette), yo no amaso más de dos minutos, es mejor dejar reposar la masa unos 15 minutos y repetir los pliegues al amasar otro minuto como mucho, el reposo y plegado lo repito un par de veces más, para entonces la masa debería estar realmente fina y casi brillante.
Se deja levar la masa hasta doblar volumen cubierta con un paño ( en menos de 2 horas lo tienes usando levadura de panadero, con masa madre se alarga el tiempo). Dividimos la masa en 3 o 4 porciones según queramos de fina la baguette y le damos forma sobre superficie enharinada, colocamos las barras en un trapo de lino enharinado como el de la foto y cubrimos.
El momento de marcarlas con una cuchilla y meterlas en el horno será cuando hayan levado casi hasta doblar volumen y apretando la masa con un dedo ésta recupera la forma, no la dejéis más tiempo o no quedará bien, puede ser desde una hora hasta 4 o 5 según uses masa madre o levadura y la temperatura exterior. En el horno tenemos la piedra de horno metida (importante, si no la tenéis usar una bandeja de horno en la posición más baja pero si vais a haceros panarras os la aconsejo, la tenéis en internet por 25 euros) y el horno a 250 grados precalentado media hora antes, si tiene función vapor le ponéis el agua y la activáis los primeros 8 minutos de cocción, si no la tenéis podéis colocar unos cubitos de hielo en el fondo del horno al introducir el pan, queremos vapor los primeros minutos. Al introducir el pan en el horno bajáis la temperatura a 220 grados. El pan tiene que estar bien doradito antes de sacarlo del horno, se hace en unos 20 minutos. Ya se que no se puede pero no se debería comer hasta media hora después de sacarlo del horno y enfriarlo sobre rejilla si queremos que se acabe de hacer y desarrolle todo su sabor.
Recuerdo lo fundamental: Masa pegajosa hasta amasarla un rato, mejor que sobre agua que harina. Amasados y reposados hasta tener una masa fina y brillante. Meter las barras al horno cuando hayan levado algo pero aún recupere forma si la aprietas con un dedo. Piedra en el horno y vapor los primeros minutos.
Receta: 200 g. masa madre (mitad harina, mitad agua) o 10 gr. levadura panadero seca en su lugar, 500 g. harina panificable (media fuerza), 300 g. agua si usáis levadura 350 gr., 10 g. sal.
Voy a explicaros paso a paso el proceso y sobre todo insistir en los pasos fundamentales para que salga bien. Empecemos por la masa madre, ya os expliqué en una entrada anterior como hacerla pero siempre podéis lograr buenos resultados usando sólo levadura de panadero, así que si la excusa para no hacerla era esa estáis perdidos. Para preparar la masa de pan os indico mis cantidades pero dependerá mucho de la harina así que lo primero fundamental es tocar la masa, amasarla y sentir si necesita más agua o no, es raro que necesite más harina, tiene que quedar pegajosa hasta que la hayas amasado un par de minutos (ver el vídeo de amasado francés de la cocina de babette), yo no amaso más de dos minutos, es mejor dejar reposar la masa unos 15 minutos y repetir los pliegues al amasar otro minuto como mucho, el reposo y plegado lo repito un par de veces más, para entonces la masa debería estar realmente fina y casi brillante.
Se deja levar la masa hasta doblar volumen cubierta con un paño ( en menos de 2 horas lo tienes usando levadura de panadero, con masa madre se alarga el tiempo). Dividimos la masa en 3 o 4 porciones según queramos de fina la baguette y le damos forma sobre superficie enharinada, colocamos las barras en un trapo de lino enharinado como el de la foto y cubrimos.
El momento de marcarlas con una cuchilla y meterlas en el horno será cuando hayan levado casi hasta doblar volumen y apretando la masa con un dedo ésta recupera la forma, no la dejéis más tiempo o no quedará bien, puede ser desde una hora hasta 4 o 5 según uses masa madre o levadura y la temperatura exterior. En el horno tenemos la piedra de horno metida (importante, si no la tenéis usar una bandeja de horno en la posición más baja pero si vais a haceros panarras os la aconsejo, la tenéis en internet por 25 euros) y el horno a 250 grados precalentado media hora antes, si tiene función vapor le ponéis el agua y la activáis los primeros 8 minutos de cocción, si no la tenéis podéis colocar unos cubitos de hielo en el fondo del horno al introducir el pan, queremos vapor los primeros minutos. Al introducir el pan en el horno bajáis la temperatura a 220 grados. El pan tiene que estar bien doradito antes de sacarlo del horno, se hace en unos 20 minutos. Ya se que no se puede pero no se debería comer hasta media hora después de sacarlo del horno y enfriarlo sobre rejilla si queremos que se acabe de hacer y desarrolle todo su sabor.
Recuerdo lo fundamental: Masa pegajosa hasta amasarla un rato, mejor que sobre agua que harina. Amasados y reposados hasta tener una masa fina y brillante. Meter las barras al horno cuando hayan levado algo pero aún recupere forma si la aprietas con un dedo. Piedra en el horno y vapor los primeros minutos.
Receta: 200 g. masa madre (mitad harina, mitad agua) o 10 gr. levadura panadero seca en su lugar, 500 g. harina panificable (media fuerza), 300 g. agua si usáis levadura 350 gr., 10 g. sal.
pan integral con nueces, zanahoria y manzana, no podrías empezar mejor el día
Lo reconozco, soy una apasionada de los panes integrales con un montón de ingredientes añadidos.
He probado las mil y una combinaciones inimaginables, ha habido éxitos y fracasos pero sobre todo he descubierto algunas joyas que se han hecho indispensables en mi desayuno o merienda. El pan que os presento hoy no podéis imaginar lo bien que huele cuando se está horneando y cuando llega el momento de probarlo, no seáis impacientes y os queméis la lengua, os sorprenderá seguro porque al fantástico sabor se le suma un adjetivo que no es tan fácil de encontrar en los panes integrales, frescura.
Este pan es rico en muchas cosas pero vamos a destacar el alto porcentaje de fibra, siempre bueno para ayudar al transito intestinal, el omega-3 de las nueces tan de moda para reducir el colesterol y el tomar fruta y verdura sin querer, les pasa a mis hijas que devoran este pan. En mi caso le añado kefir en lugar de yogur pero es opcional. Creo que es la combinación de la manzana y el yogur lo que le aporta la frescura al pan. La cantidad de harina puede variar en función de las marcas así que añade harina hasta que la mezcla forme una bola al amasarlo pero no te pases, tiene que quedar una masa muy pegajosa para que luego nos quede bien jugoso el pan. Yo siempre que puedo le añado un poco de masa madre a los panes y bollería que hago aunque lleven levadura de panadero, lo hago por varias razones, la masa madre les da sabor, alarga la duración del pan al retrasar la aparición de mohos y lo hace más digestivo, en los casos en que añado masa madre reduzco a la mitad la cantidad total de levadura de panadero y así los tiempo de levado se mantienen.
Receta: 200 gr. manzana triturada, 60 gr. zanahoria triturada, 100 gr. nueces trituradas (con thermomix puedes añadir los tres juntos y triturar), 150 gr. kefir o yogur natural, 1 huevo, 60 gr. leche,120 gr. cereales de salvado, 250 gr. harina panificable o de media fuerza, 30 gr. aceite girasol, 1 cucharada azúcar, 5 gr. levadura panadero seca y 80 gr. masa madre o 10 gr. levadura seca panadero.
Con panificadora: Colocar todo en la cubeta y programar pan integral.
Tradicional: Mezclar todo bien, dejar levar hasta doblar volumen, volver a mezclar y colocar en molde, cuando haya casi doblado volumen meter a horno precalentado a 180 grados unos 40 minutos.
He probado las mil y una combinaciones inimaginables, ha habido éxitos y fracasos pero sobre todo he descubierto algunas joyas que se han hecho indispensables en mi desayuno o merienda. El pan que os presento hoy no podéis imaginar lo bien que huele cuando se está horneando y cuando llega el momento de probarlo, no seáis impacientes y os queméis la lengua, os sorprenderá seguro porque al fantástico sabor se le suma un adjetivo que no es tan fácil de encontrar en los panes integrales, frescura.
Este pan es rico en muchas cosas pero vamos a destacar el alto porcentaje de fibra, siempre bueno para ayudar al transito intestinal, el omega-3 de las nueces tan de moda para reducir el colesterol y el tomar fruta y verdura sin querer, les pasa a mis hijas que devoran este pan. En mi caso le añado kefir en lugar de yogur pero es opcional. Creo que es la combinación de la manzana y el yogur lo que le aporta la frescura al pan. La cantidad de harina puede variar en función de las marcas así que añade harina hasta que la mezcla forme una bola al amasarlo pero no te pases, tiene que quedar una masa muy pegajosa para que luego nos quede bien jugoso el pan. Yo siempre que puedo le añado un poco de masa madre a los panes y bollería que hago aunque lleven levadura de panadero, lo hago por varias razones, la masa madre les da sabor, alarga la duración del pan al retrasar la aparición de mohos y lo hace más digestivo, en los casos en que añado masa madre reduzco a la mitad la cantidad total de levadura de panadero y así los tiempo de levado se mantienen.
Receta: 200 gr. manzana triturada, 60 gr. zanahoria triturada, 100 gr. nueces trituradas (con thermomix puedes añadir los tres juntos y triturar), 150 gr. kefir o yogur natural, 1 huevo, 60 gr. leche,120 gr. cereales de salvado, 250 gr. harina panificable o de media fuerza, 30 gr. aceite girasol, 1 cucharada azúcar, 5 gr. levadura panadero seca y 80 gr. masa madre o 10 gr. levadura seca panadero.
Con panificadora: Colocar todo en la cubeta y programar pan integral.
Tradicional: Mezclar todo bien, dejar levar hasta doblar volumen, volver a mezclar y colocar en molde, cuando haya casi doblado volumen meter a horno precalentado a 180 grados unos 40 minutos.
el misterio del arbol del tomate, el culpable es el tamarillo
Hace años me dieron unas semillas para plantar el árbol del tomate, así mismo me lo dijeron y yo, que siempre me lanzo a probarlo todo, las puse en tierra y las regé. Al año siguiente ya tenia una bonita planta, la verdad es que tenía una hojas enormes preciosas, le busqué un sitio resguardado del frío en el jardín y la transplanté. En pocos años tenia un árbol de hojas preciosas que empezó a dar un montón de frutos que no había visto en mi vida. Empecé a investigar hasta descubrir que los frutos eran tamarillos y parece ser que son fuente de vitaminas y fibras entre otras muchas propiedades, menudo descubrimiento porque el arbolito en cuestión es una preciosidad, llega el invierno y parece un árbol de navidad con sus gigantes hojas verdes y sus tamarillos naranjas colgando como bolas, en la foto lo veis en pleno invierno, pierde bastantes hojas al final pero en seguida nacen nuevas en primavera, en la foto veis la cantidad de tamarillos que produce, hay un montón en el suelo porque la noche anterior hubo una tormenta bastante fuerte y al estar maduros la mayoría cayeron al suelo, por eso estoy en pleno apogeo de recetas con ellos, quiero aprovecharlos. La fruta creo que se llama también tomate de invierno y con razón, el fructifica cuando los otros tomates mueren, a finales de verano ya tiene un montón de pequeños frutos que acaban de madurar en invierno. Es un árbol muy agradecido porque no necesita ningún cuidado si el sitio en el que está le protege de vientos y fríos, además produce un montón de tamarillos cada año.
El tamarillo es originario de los Andes peruanos, pertenece a la familia del tomate y su sabor es agridulce y fuerte.
Ojo no confundas tamarillo con tamarindo, ambos tienes muchas cosas en común: los dos arboles son sensibles a las heladas, ambos tienen un sabor algo ácido y se usan en salsas agridulces estupendas pero su aspecto y propiedades son bien diferentes.
El zumo de tamarillo es remedio estupendo para catarros, gripes y dolencias de garganta en los países de Sudamérica de donde es originario . El tamarillo también se puede comer crudo en ensaladas y hacer salsas agridulces estupendas, ideales para acompañar carnes. Tienes que tener en cuenta que su piel es bastante dura así que siempre es mejor pelarlos, para que sea más fácil es mejor escaldarlos unos segundos en agua hirviendo. También recuerda que sus semillas son como piedras así que si quieres conservar tus dientes es mejor quitarlas si los comes crudos o triturarlas bien si están cocinados. Hoy os traigo dos recetas con este producto, el zumo y la salsa
Receta zumo anti-catarro: 6 tamarillos pelados y cortados en cuatro trozos, 1 litro de leche, 3 cucharadas de azúcar moreno, una pizca de canela y hojas de menta o hierbabuena. Colarlo y disfrutarlo.
Receta salsa agridulce: 1 Kg. tamarillos pelados, 1 cebolla mediana, 30 gr. aceite oliva, 1 cucharada de azúcar, pizca de sal, pizca canela (opcional),1 trozito pequeño de jenjibre fresco (opcional). Sofreir la cebolla y luego añadir el resto, cocinarlo a 100 grados 15 minutos y triturar bien. Puedes también seguir tu receta preferida de salsa de tomate al hacerla sustituyendo tomate por tamarillo.
El tamarillo es originario de los Andes peruanos, pertenece a la familia del tomate y su sabor es agridulce y fuerte.
Ojo no confundas tamarillo con tamarindo, ambos tienes muchas cosas en común: los dos arboles son sensibles a las heladas, ambos tienen un sabor algo ácido y se usan en salsas agridulces estupendas pero su aspecto y propiedades son bien diferentes.
El zumo de tamarillo es remedio estupendo para catarros, gripes y dolencias de garganta en los países de Sudamérica de donde es originario . El tamarillo también se puede comer crudo en ensaladas y hacer salsas agridulces estupendas, ideales para acompañar carnes. Tienes que tener en cuenta que su piel es bastante dura así que siempre es mejor pelarlos, para que sea más fácil es mejor escaldarlos unos segundos en agua hirviendo. También recuerda que sus semillas son como piedras así que si quieres conservar tus dientes es mejor quitarlas si los comes crudos o triturarlas bien si están cocinados. Hoy os traigo dos recetas con este producto, el zumo y la salsa
Receta zumo anti-catarro: 6 tamarillos pelados y cortados en cuatro trozos, 1 litro de leche, 3 cucharadas de azúcar moreno, una pizca de canela y hojas de menta o hierbabuena. Colarlo y disfrutarlo.
Receta salsa agridulce: 1 Kg. tamarillos pelados, 1 cebolla mediana, 30 gr. aceite oliva, 1 cucharada de azúcar, pizca de sal, pizca canela (opcional),1 trozito pequeño de jenjibre fresco (opcional). Sofreir la cebolla y luego añadir el resto, cocinarlo a 100 grados 15 minutos y triturar bien. Puedes también seguir tu receta preferida de salsa de tomate al hacerla sustituyendo tomate por tamarillo.
martes, 8 de marzo de 2016
tortitas americanas, la revolución en los cumpleaños
Seguimos hoy con las influencias americanas en mi cocina, le toca el turno a otro clásico, las tortitas americanas.
Que os puedo decir de semejante joya, facilísimas de hacer, un desayuno o merienda muy completo, tenemos proteínas en leche y huevos, hidratos en leche y harina y pocas grasas y azúcares. En mi casa son el desayuno preferido de mis hijas, hago la masa y la guardo en un bote en la nevera, así cuando quiero prepararlas, en un par de minutos que caliente la sartén las tengo listas. Las veces que alguna amiga de mis hijas se ha quedado a dormir y le ha tocado tortitas para desayunar las ha devorado. Les gustan tanto que me las empezaron a pedir en los cumpleaños pero claro, ¿como hago tantas tortitas a la vez?, la inspiración me la dio una serie americana, estaba la protagonista preparando el desayuno y veo que saca una plancha gigante para hacer un montón de tortitas, me quedé boquiabierta, ¿como no se me había ocurrido?. El siguiente cumpleaños os aseguro que las tortitas causaron una revolución y aunque yo preparaba unas 15 tortitas cada par de minutos no alcanzaba el ritmo que tenían comiéndolas. He llegado a perfeccionar la preparación simultanea de tortitas y gofres en los cumpleaños hasta alcanzar el nivel de cambio de ruedas en boxes en la formula uno.
El disfrute completo al comer tortitas viene cuando te llenas de jarabe de arce hasta las orejas. El jarabe de arce o maple-syrup no se encuentra muy fácil pero os lo recomiendo por ser la pareja perfecta de las tortitas, se pueden tomar con siropes pero no es lo mismo. En America las sirven en torre como en la foto y les ponen por encima el jarabe de arce y una buena cucharada de mantequilla para que con el calor de las tortitas se deshaga y las cubra. En mi casa la cucharada de mantequilla sobra pero eso es cuestión de gustos. Se pueden hacer sin azúcar y tomarlas con huevos y bacon en plan desayuno americano total.
Receta (12 grandes): 230 gr. harina floja, 50 gr. aceite, 60 gr. azúcar, 300 gr. leche, media cucharita levadura química, pizca de sal y vainilla. Mezclar todo y dejar reposar media hora mínimo en nevera, cuanto más tiempo esté mejor. Aguanta bien 4 o 5 días en nevera.
Que os puedo decir de semejante joya, facilísimas de hacer, un desayuno o merienda muy completo, tenemos proteínas en leche y huevos, hidratos en leche y harina y pocas grasas y azúcares. En mi casa son el desayuno preferido de mis hijas, hago la masa y la guardo en un bote en la nevera, así cuando quiero prepararlas, en un par de minutos que caliente la sartén las tengo listas. Las veces que alguna amiga de mis hijas se ha quedado a dormir y le ha tocado tortitas para desayunar las ha devorado. Les gustan tanto que me las empezaron a pedir en los cumpleaños pero claro, ¿como hago tantas tortitas a la vez?, la inspiración me la dio una serie americana, estaba la protagonista preparando el desayuno y veo que saca una plancha gigante para hacer un montón de tortitas, me quedé boquiabierta, ¿como no se me había ocurrido?. El siguiente cumpleaños os aseguro que las tortitas causaron una revolución y aunque yo preparaba unas 15 tortitas cada par de minutos no alcanzaba el ritmo que tenían comiéndolas. He llegado a perfeccionar la preparación simultanea de tortitas y gofres en los cumpleaños hasta alcanzar el nivel de cambio de ruedas en boxes en la formula uno.
El disfrute completo al comer tortitas viene cuando te llenas de jarabe de arce hasta las orejas. El jarabe de arce o maple-syrup no se encuentra muy fácil pero os lo recomiendo por ser la pareja perfecta de las tortitas, se pueden tomar con siropes pero no es lo mismo. En America las sirven en torre como en la foto y les ponen por encima el jarabe de arce y una buena cucharada de mantequilla para que con el calor de las tortitas se deshaga y las cubra. En mi casa la cucharada de mantequilla sobra pero eso es cuestión de gustos. Se pueden hacer sin azúcar y tomarlas con huevos y bacon en plan desayuno americano total.
Receta (12 grandes): 230 gr. harina floja, 50 gr. aceite, 60 gr. azúcar, 300 gr. leche, media cucharita levadura química, pizca de sal y vainilla. Mezclar todo y dejar reposar media hora mínimo en nevera, cuanto más tiempo esté mejor. Aguanta bien 4 o 5 días en nevera.
galletas con trocitos de chocolate, cuidadito que son adictivas
No podía faltar esta receta en mi blog, Una de las primeras influencias que tuvo Estados Unidos en mi cocina fue las super-cookies, las grandes dimensiones XXL no podían ser más americanas y allí lo llevan a todos los campos, coches y camionetas gigantes, casas gigantes y. por supuesto, galletas y magdalenas gigantes. Puedes encontrar una galleta de chocolate de un tamaño adecuado para que sirva de cena familiar, en serio. Yo voy a contenerme un poco, sobre todo porque para conservarlas crujientes hay que guardarlas en una lata o caja y además las llevan mis hijas muchas veces de tentempié al instituto y no quiero que la mochila les pese medio kilo más. Estas que veis en la foto son tamaño español.
Las galletas con trocitos de chocolate puedes hacerlas para que sean super-crujientes como en este caso o más bien algo blanditas por el centro y más gruesas (os las presento en otra ocasión), todo depende de la relación entre cantidad de harina y mantequilla y de la temperatura del horno, si el horno está más fuerte se hacen antes por fuera y menos por dentro, para las crujientes y más planas quieres un horno más suave. Puedes hacer los trocitos de chocolate a partir de una tableta triturando algunos trozos sin llegar a pulverizarlos, también puedes añadir gotas de chocolate que ya venden en todas las tiendas. Yo he triturado un poco una tableta de chocolate y por eso hay trozos de varios tamaños.
Receta (para dos docenas): 200 gr. harina, 125 gr. mantequilla, 130 gr. trozos de chocolate fondant, 1 huevo, pizca de sal y vainilla, 120 gr. azúcar moreno y 50 gr. azúcar blanco, media cucharita levadura química. Todo junto se bate hasta mezclar y se deja una hora en la nevera. Coges bolas del tamaño que quieras la galleta al final, según sea la bola la galleta se extenderá algo más del doble en la fuente de horno, las colocas bien separadas entre sí y metes la bandeja en horno precalentado a 160 grados.
Las galletas con trocitos de chocolate puedes hacerlas para que sean super-crujientes como en este caso o más bien algo blanditas por el centro y más gruesas (os las presento en otra ocasión), todo depende de la relación entre cantidad de harina y mantequilla y de la temperatura del horno, si el horno está más fuerte se hacen antes por fuera y menos por dentro, para las crujientes y más planas quieres un horno más suave. Puedes hacer los trocitos de chocolate a partir de una tableta triturando algunos trozos sin llegar a pulverizarlos, también puedes añadir gotas de chocolate que ya venden en todas las tiendas. Yo he triturado un poco una tableta de chocolate y por eso hay trozos de varios tamaños.
Receta (para dos docenas): 200 gr. harina, 125 gr. mantequilla, 130 gr. trozos de chocolate fondant, 1 huevo, pizca de sal y vainilla, 120 gr. azúcar moreno y 50 gr. azúcar blanco, media cucharita levadura química. Todo junto se bate hasta mezclar y se deja una hora en la nevera. Coges bolas del tamaño que quieras la galleta al final, según sea la bola la galleta se extenderá algo más del doble en la fuente de horno, las colocas bien separadas entre sí y metes la bandeja en horno precalentado a 160 grados.
lunes, 7 de marzo de 2016
haz tu pasta fresca y acabarás parlando italiano
Hace tiempo os quise convencer de las ventajas que tenía hacer yogur casero, espero que muchos lo hayáis probado y estéis empezando a engancharos a la moda del DIY (do it yourself) o lo que es lo mismo, cuanto más casero todo mejor. Hoy quiero ir un pasito más allá y hablaros de las ventajas que tiene hacer pasta fresca en casa. Si empezamos por los ingredientes, lo casero siempre gana de calle porque ponemos lo mejor y más fresco. En el tema del sabor la pasta casera gana también de goleada, además, tiene una textura mucho más suave y se cocina en la mitad de tiempo. Como siempre puedes hacerla a tu gusto, con o sin huevo, con o sin semolina, añadirle sabores de verduras (tomate, espinacas, calabaza), de tinta de calamar, puedes hasta inventar uno. Ya veis que todo son ventajas, el único inconveniente viene en el tema material, aunque puedes hacerlo todo estirando con rodillo y cortando a cuchillo, yo te recomiendo la máquina de hacer pasta (foto superior) para hacer todo el proceso de estirado y corte más rápido y fácil. Ahora las puedes encontrar en muchas tiendas, la mía que tiene muchos años la traje de Italia.
Para prepararla sólo tienes que mezclar los ingredientes hasta formar una bola, luego divides la masa en cuatro o cinco trozos y lo aplanas un poco con la mano para que la máquina lo coja mejor, lo pasas una vez por la máquina en el máximo grosor (el 1), verás que estira una barbaridad. Si te quedó demasiado largo puedes cortar la tira por la mitad y volver a pasarla por la máquina ahora en grosor medio (3), estas láminas ya te sirven para preparar lasaña (foto inferior), las cortas de la longitud de tu fuente y listo. Si lo que quieres son espagueti o tallarines, colocas el cortador especial que trae la máquina y pasas la tira de pasta por el que quieras, según pasa la masa los corta con la forma elegida.
Mis dos trucos para que no tengas problemas al hacer la pasta fresca son: espolvorea siempre con bastante harina la masa que vas a estirar y una vez estirada de nuevo, así evitamos que se pegue a la máquina o a la zona de trabajo, no uses grosores inferiores al 3 (números superiores al 3 en la máquina) si quieres cortar luego la masa para espagueti o tallarín pues rompe más fácil.
Receta: 100 gr. de harina por cada huevo, una cucharada de aceite y pizca de sal.
Para prepararla sólo tienes que mezclar los ingredientes hasta formar una bola, luego divides la masa en cuatro o cinco trozos y lo aplanas un poco con la mano para que la máquina lo coja mejor, lo pasas una vez por la máquina en el máximo grosor (el 1), verás que estira una barbaridad. Si te quedó demasiado largo puedes cortar la tira por la mitad y volver a pasarla por la máquina ahora en grosor medio (3), estas láminas ya te sirven para preparar lasaña (foto inferior), las cortas de la longitud de tu fuente y listo. Si lo que quieres son espagueti o tallarines, colocas el cortador especial que trae la máquina y pasas la tira de pasta por el que quieras, según pasa la masa los corta con la forma elegida.
Mis dos trucos para que no tengas problemas al hacer la pasta fresca son: espolvorea siempre con bastante harina la masa que vas a estirar y una vez estirada de nuevo, así evitamos que se pegue a la máquina o a la zona de trabajo, no uses grosores inferiores al 3 (números superiores al 3 en la máquina) si quieres cortar luego la masa para espagueti o tallarín pues rompe más fácil.
Receta: 100 gr. de harina por cada huevo, una cucharada de aceite y pizca de sal.
domingo, 6 de marzo de 2016
fiesta tropical para el domingo, tarta de coco
Que mejor plan un fin de semana lluvioso que encender el horno y dejarte llevar.
Mi primera razón para la existencia de éste blog era recopilar y ordenar todas las recetas perdidas en varias libretas en mi cocina pero, la segunda, era animar a todos a encender el horno y comer más sano. Digo sano y presento repostería, parece una contradicción pero, aunque hay que tomarla en plato pequeño para no pasarse con la línea, en cuestión de salud todo lo casero sin excesos es mucho más sano que algo comprado.
Vayamos al asunto de hoy en cuestión, esta super tarta de coco te transporta al trópico con su sabor, desde que la vi en el libro de Martha Steward, un clásico de la repostería americana muy recomendable, sabía que en breve saldría del horno de mi cocina por que me encanta el coco. Es la primera vez que la hago y lo único que quizás cambiaría para la próxima vez sería hacer la crema para el relleno algo menos densa, me gusta que quede más líquida pero eso es un gusto personal, reconozco que para preparar la tarta es muy cómodo si tiene más cuerpo.
La receta la doy como en el libro, usando medidas americanas, todo se mide con tazas y cucharas y si te acostumbras la preparación es mucho más rápida. Para el bizcocho yo siempre mezclo primero todo lo sólido, añado 1/3 del líquido y bato durante dos minutos para que coja aire la mezcla y el bizcocho sea esponjoso, luego en dos veces añado el resto de líquido batiendo hasta mezclar bien. La crema pastelera la puedes preparar muy fácil con thermomix y sino a fuego lento removiendo en una olla hasta espesar, al final le mezclas el coco rallado. Divide el bizcocho en dos moldes al hornearlo, cuando estén hechos y enfriados en rejilla, los cortas cada uno por la mitad para que te salgan los 4 pisos. La crema te sirve para rellenar todos los pisos y cubrir la tarta, luego con coco rallado la acabas de adornar por encima y los laterales.
Receta:
Bizcocho: 3/4 taza de mantequilla, 2 tazas de harina floja tamizada, 1 taza de azúcar, 3 huevos, 2/3 taza de leche o nata, media cucharita de bicarbonato sódico y media de levadura química, pizca de sal y vainilla.
Crema de coco para rellenar: 6 yemas de huevo, 3/4 taza de azúcar, 6 cucharadas de almidón de maiz (maicena), 3 tazas de leche, 1 taza y media de coco rallado, 1 cucharada de mantequilla, pizca de sal y vainilla.
Mi primera razón para la existencia de éste blog era recopilar y ordenar todas las recetas perdidas en varias libretas en mi cocina pero, la segunda, era animar a todos a encender el horno y comer más sano. Digo sano y presento repostería, parece una contradicción pero, aunque hay que tomarla en plato pequeño para no pasarse con la línea, en cuestión de salud todo lo casero sin excesos es mucho más sano que algo comprado.
Vayamos al asunto de hoy en cuestión, esta super tarta de coco te transporta al trópico con su sabor, desde que la vi en el libro de Martha Steward, un clásico de la repostería americana muy recomendable, sabía que en breve saldría del horno de mi cocina por que me encanta el coco. Es la primera vez que la hago y lo único que quizás cambiaría para la próxima vez sería hacer la crema para el relleno algo menos densa, me gusta que quede más líquida pero eso es un gusto personal, reconozco que para preparar la tarta es muy cómodo si tiene más cuerpo.
La receta la doy como en el libro, usando medidas americanas, todo se mide con tazas y cucharas y si te acostumbras la preparación es mucho más rápida. Para el bizcocho yo siempre mezclo primero todo lo sólido, añado 1/3 del líquido y bato durante dos minutos para que coja aire la mezcla y el bizcocho sea esponjoso, luego en dos veces añado el resto de líquido batiendo hasta mezclar bien. La crema pastelera la puedes preparar muy fácil con thermomix y sino a fuego lento removiendo en una olla hasta espesar, al final le mezclas el coco rallado. Divide el bizcocho en dos moldes al hornearlo, cuando estén hechos y enfriados en rejilla, los cortas cada uno por la mitad para que te salgan los 4 pisos. La crema te sirve para rellenar todos los pisos y cubrir la tarta, luego con coco rallado la acabas de adornar por encima y los laterales.
Receta:
Bizcocho: 3/4 taza de mantequilla, 2 tazas de harina floja tamizada, 1 taza de azúcar, 3 huevos, 2/3 taza de leche o nata, media cucharita de bicarbonato sódico y media de levadura química, pizca de sal y vainilla.
Crema de coco para rellenar: 6 yemas de huevo, 3/4 taza de azúcar, 6 cucharadas de almidón de maiz (maicena), 3 tazas de leche, 1 taza y media de coco rallado, 1 cucharada de mantequilla, pizca de sal y vainilla.
copa yin-yang, disfruta de tu dualidad y de paso prueba el yoga
En cuanto he acabado de montar estas copas el nombre ha llegado sin pensar, el yin-yang, la dualidad de la existencia, tranquilos que no me pondré transcendental pero la combinación de los dos colores realmente recuerda el símbolo del yin y el yang.
Esta copa combina un mousse de chocolate con una crema de coco y por encima un crujiente de muesli con coco y chocolate. No es difícil de hacer sólo hay que respetar los tiempos para montarla y que no se mezclen las cremas.
Preparamos primero el mousse de chocolate según vuestra receta preferida, yo os dejo la mía al final. Los vasitos hay que colocarlos sobre una superficie que los mantenga inclinados sin que se caigan, yo he utilizado dos hueveras de cartón de las que traen los huevos de las tiendas. Aprietas el vaso sobre los huecos para que queden bien fijos y manteniendo un ángulo inclinado. Llenamos ahora los vasos hasta la mitad con el mousse de chocolate y lo dejamos que solidifique (yo toda la noche), preparamos la crema de coco y la añadimos al vaso una vez que el mousse de chocolate esté duro y no se mezcle, ahora ya podemos dejar los vasos sobre una superficie plana. Acabamos la copa añadiendo el crujiente de muesli por encima. Que aproveche la dualidad.
Receta: Mousse de chocolate: 200 gr. chocolate de fundir, 100 gr. nata, 4 huevos separando claras de yemas, 50 gr. de azúcar y una pizca de sal. Mezclar la nata, el azúcar y el chocolate, calentar hasta fundir el chocolate y mezclar bien, añadir las yemas cuando no esté muy caliente y mezclar. Montar las claras a punto de nieve y mezclar con cuidado.
Crema de coco: 150 gr. nata, 150 gr. de puré de coco u 80 gr. de coco rallado (puedes triturar la mezcla final para no encontrar los trozos de coco), 60 gr. azúcar, 6 gramos de gelatina en polvo o 4 hojas, una cucharada de azúcar invertido o miel, el zumo de media lima. Opcional 15 gr. licor de coco.
Crujiente de muesli: podéis comprar unos cereales crujientes de coco y chocolate.
Esta copa combina un mousse de chocolate con una crema de coco y por encima un crujiente de muesli con coco y chocolate. No es difícil de hacer sólo hay que respetar los tiempos para montarla y que no se mezclen las cremas.
Preparamos primero el mousse de chocolate según vuestra receta preferida, yo os dejo la mía al final. Los vasitos hay que colocarlos sobre una superficie que los mantenga inclinados sin que se caigan, yo he utilizado dos hueveras de cartón de las que traen los huevos de las tiendas. Aprietas el vaso sobre los huecos para que queden bien fijos y manteniendo un ángulo inclinado. Llenamos ahora los vasos hasta la mitad con el mousse de chocolate y lo dejamos que solidifique (yo toda la noche), preparamos la crema de coco y la añadimos al vaso una vez que el mousse de chocolate esté duro y no se mezcle, ahora ya podemos dejar los vasos sobre una superficie plana. Acabamos la copa añadiendo el crujiente de muesli por encima. Que aproveche la dualidad.
Receta: Mousse de chocolate: 200 gr. chocolate de fundir, 100 gr. nata, 4 huevos separando claras de yemas, 50 gr. de azúcar y una pizca de sal. Mezclar la nata, el azúcar y el chocolate, calentar hasta fundir el chocolate y mezclar bien, añadir las yemas cuando no esté muy caliente y mezclar. Montar las claras a punto de nieve y mezclar con cuidado.
Crema de coco: 150 gr. nata, 150 gr. de puré de coco u 80 gr. de coco rallado (puedes triturar la mezcla final para no encontrar los trozos de coco), 60 gr. azúcar, 6 gramos de gelatina en polvo o 4 hojas, una cucharada de azúcar invertido o miel, el zumo de media lima. Opcional 15 gr. licor de coco.
Crujiente de muesli: podéis comprar unos cereales crujientes de coco y chocolate.
viernes, 4 de marzo de 2016
rollitos de primavera en invierno
Parece que tenía un buen día porque aquí no acabó la inspiración, pensé, ¿que tal quedarían al horno en vez de fritas?, cada vez limito más los fritos en casa, cuando hago patatas fritas mis hijas me hacen la ola porque les parece una ocasión especial. Pues dicho y hecho, coloqué los rollitos en una fuente pincelada con aceite y les di un bochazo de aceite por encima para que cogieran buen color. Los metí en horno precalentado a 180 grados y los dejé hasta que quedaran bien doraditos. Es una pena que en las fotos no puedas apreciar texturas pero estos rollitos son crujientes por fuera, jugosos y sabrosos por dentro y muy fáciles de preparar. Puedes hacer todas las variaciones que se te ocurran con el relleno: pollo o incluso pescado en vez de cerdo, las verduras que más te gusten cortadas en juliana fina y bien hechas antes de meterlas en el rollito. Eso sí, no los rellenes demasiado o se romperán.
Receta para 12 rollitos: 1 solomillo de cerdo cortado en trozos pequeños, 1 bote de mezcla de verdura asiatica o mezcla de verduras frescas cortadas muy finas, 1 paquete de láminas de pasta brick, aceite para pincelar los rollitos.
encuentros en la tercera fase, magdalenas, fresas y chocolate
Ha llegado la temporada de fresas y en mi casa no pueden faltar. Siempre tengo en la nevera una fuente preparada con fresas troceadas maceradas con un poco de azúcar y unas gotas de zumo de lima o de limón. Si comes un yogur no tienes mas que añadirle unas pocas y estará buenísimo, también con nata, queso fresco o directamente te las comes así.
Hoy quería prepararle unas magdalenas a mi hija pequeña para que las llevara de viaje a un campeonato (la pobre tiene 12 horas de autobús por delante) y se me encendió la bombilla de las ideas al ver la fuente de fresas, ¿ que pasaría si le añado unos trocitos de fresa a las magdalenas?, sabía que el sabor podía ser espectacular pero la acidez y la humedad de la fruta en los bizcochos siempre trae problemas pero... no hay recompensa sin riesgo. Como no quería estropear todas las magdalenas en caso de que fuera un fracaso, hice unas de pepitas de chocolate, otras sin nada, otras de fresa y otras de fresa y chocolate. El resultado podéis verlo en la foto pero no os podéis hacer a la idea del sabor de las magdalenas con trocitos de fresa, espectacular, lo repito seguro.
Receta: 190g. aceite, 210g harina floja, 125g. huevos, 175g. azúcar, 60g leche, 7g levadura química, pizca sal, canela y ralladura limón. Añadir a la mezcla trocitos de fresa macerada con azúcar y lima o fresas con gotas de chocolate o sólo gotas de chocolate. Horno precalentado a 170 grados o calibra el tuyo para que estén listas en unos 20 minutos. Puedes saber cuando están listas si aprietas el copete con el dedo y recupera su forma. Déjalas enfriar en rejilla antes de desmoldar.
Hoy quería prepararle unas magdalenas a mi hija pequeña para que las llevara de viaje a un campeonato (la pobre tiene 12 horas de autobús por delante) y se me encendió la bombilla de las ideas al ver la fuente de fresas, ¿ que pasaría si le añado unos trocitos de fresa a las magdalenas?, sabía que el sabor podía ser espectacular pero la acidez y la humedad de la fruta en los bizcochos siempre trae problemas pero... no hay recompensa sin riesgo. Como no quería estropear todas las magdalenas en caso de que fuera un fracaso, hice unas de pepitas de chocolate, otras sin nada, otras de fresa y otras de fresa y chocolate. El resultado podéis verlo en la foto pero no os podéis hacer a la idea del sabor de las magdalenas con trocitos de fresa, espectacular, lo repito seguro.
Receta: 190g. aceite, 210g harina floja, 125g. huevos, 175g. azúcar, 60g leche, 7g levadura química, pizca sal, canela y ralladura limón. Añadir a la mezcla trocitos de fresa macerada con azúcar y lima o fresas con gotas de chocolate o sólo gotas de chocolate. Horno precalentado a 170 grados o calibra el tuyo para que estén listas en unos 20 minutos. Puedes saber cuando están listas si aprietas el copete con el dedo y recupera su forma. Déjalas enfriar en rejilla antes de desmoldar.
jueves, 3 de marzo de 2016
leche de soja, nueces, sésamo y miel; salud y energía en un trago
Como os dije mi segundo intento con las leches vegetales sería la de soja. Ya que la hacía yo misma quería dotarla del mejor sabor y mayor aportación a mi salud posible así que a las semillas de soja les añadiría unas nueces, miel y vainilla para el sabor y unas semillas de sésamo para aportar calcio.
Las semillas de soja para preparar la leche deben ser de la variedad blanca que se encuentran en herbolarios y en tiendas de productos ecológicos, no las verdes más comúnes. La proporción que uso es 50 gramos de semilla seca por cada litro de agua, las semillas deben estar a remojo unas 12 horas, luego escurres el liquido de remojar y las añades con el litro de agua a la thermomix o batidora que uses, trituras progresivamente hasta velocidad 10 1 minuto y luego 30 minutos 90 grados velocidad 4. Cuando enfríe añades dos cucharadas de nueces tostadas, una de sésamo, una de miel y dos de azúcar (regula esta cantidad en función de como te guste de dulce la leche de soja), trituras de nuevo 1 minuto progresivo hasta velocidad 10.
También puedes poner todos los ingredientes a remojo (nueces, sésamo y soja) y procesarlo todo junto.
Pasar el líquido a malla de quesero o bolsa para filtrar leches vegetales y escurrir con fuerza, guardar la leche de soja en la nevera lista para consumir (en nevera podrá estar hasta 3 días) y el residuo sólido conocido como okara se puede añadir a cualquier receta (panes, reposteria, hamburguesas,...) para aprovechar los nutrientes.
En la foto inferior se ve el proceso de filtrado con la bolsa, como el material de ésta es muy resistente puedes hacer mucha fuerza al escurrir para que te quede un residuo bien seco y aprovechar hasta la última gota de nuestra fuente de salud en forma de bebida. Esta bolsa puedes utilizarla también para yogures griegos y quesos, otro día os cuento.
Os digo una cosa, si os gustan las leches vegetales comerciales y pruebas una hecha casera por ti, no vas a volver a comprarla, además puedes hacerla totalmente a tu gusto con el dulzor y los ingredientes que prefieras.
Receta: 1 litro de agua, 50 gr. soja blanca, dos cucharadas de nueces tostadas, una cucharada de sésamo tostado, una cucharada de miel y dos de azúcar. Triturar bien, calentar media hora a 90 grados, volver a triturar y filtrar.
Las semillas de soja para preparar la leche deben ser de la variedad blanca que se encuentran en herbolarios y en tiendas de productos ecológicos, no las verdes más comúnes. La proporción que uso es 50 gramos de semilla seca por cada litro de agua, las semillas deben estar a remojo unas 12 horas, luego escurres el liquido de remojar y las añades con el litro de agua a la thermomix o batidora que uses, trituras progresivamente hasta velocidad 10 1 minuto y luego 30 minutos 90 grados velocidad 4. Cuando enfríe añades dos cucharadas de nueces tostadas, una de sésamo, una de miel y dos de azúcar (regula esta cantidad en función de como te guste de dulce la leche de soja), trituras de nuevo 1 minuto progresivo hasta velocidad 10.
También puedes poner todos los ingredientes a remojo (nueces, sésamo y soja) y procesarlo todo junto.
Pasar el líquido a malla de quesero o bolsa para filtrar leches vegetales y escurrir con fuerza, guardar la leche de soja en la nevera lista para consumir (en nevera podrá estar hasta 3 días) y el residuo sólido conocido como okara se puede añadir a cualquier receta (panes, reposteria, hamburguesas,...) para aprovechar los nutrientes.
En la foto inferior se ve el proceso de filtrado con la bolsa, como el material de ésta es muy resistente puedes hacer mucha fuerza al escurrir para que te quede un residuo bien seco y aprovechar hasta la última gota de nuestra fuente de salud en forma de bebida. Esta bolsa puedes utilizarla también para yogures griegos y quesos, otro día os cuento.
Os digo una cosa, si os gustan las leches vegetales comerciales y pruebas una hecha casera por ti, no vas a volver a comprarla, además puedes hacerla totalmente a tu gusto con el dulzor y los ingredientes que prefieras.
Receta: 1 litro de agua, 50 gr. soja blanca, dos cucharadas de nueces tostadas, una cucharada de sésamo tostado, una cucharada de miel y dos de azúcar. Triturar bien, calentar media hora a 90 grados, volver a triturar y filtrar.
tres foccacias quedan para cenar
Cuando tienes la fortuna de cuidar una masa madre (ya os hablé de ella en anteriores entradas, es un sustituto natural de la levadura de panadero que le aporta beneficios y sabor a todo lo que nace de ella), vas a tener que darle de comer todos los días si es posible, yo cada mañana le añado 100 gr. de harina y 100 gr. de agua, es su ración diaria, como hago pan o bollería cada dos días y uso mínimo 200 gr. de masa madre en cada preparación no se me acumula exceso de ella, si tu producción no es tan continua siempre puedes aletargarla en la nevera hasta dos semanas, sacarla al menos un día antes de usarla y darle de comer (refrescarla) al menos dos veces para que se active bien.
Al tener una producción continua de masa madre, no dejo de incorporarla en todos los productos de panadería que preparo y hoy os voy a presentar otra idea.
Las foccaccias, termino italiano del que no se me ocurre traducción, son panes planos, algo gorditos y con distintos sabores en función de lo que le añadas, recién hechos están riquísimos aunque son también una buena posibilidad para llevar de picnic. En esta ocasión preparé tres sabores distintos y el que más gusto es el más típico de todos, la foccaccia con aceitunas verdes y romero.
Receta: Preparar una masa de pan como siempre (200 gr. masa madre, 500 gr. harina media-fuerza o panificable, 350 gr. agua, 10 gr. sal), tras el primer levado separar la masa en tres trozos y estirar hasta dejarla de un grosor de medio cm. (puedes elegir el grosor según te guste el resultado final), añadirle por encima el ingrediente deseado y apretarlo un poco a la masa para que se una bien, dejarlo levar hasta que casi doble volumen, antes de meter al horno marcar toda la superficie con los dedos de la mano para hacer huecos sin llegar al fondo de la masa, echar por encima aceite de oliva y una pizca de sal gorda para que se reparta por los huecos y meter al horno (sobre piedra si tienes). El horno tiene que estar precalentado a 230 grados una media hora.
De aceitunas verde y romero: partir las aceitunas en trozos pequeños antes de añadir por encima.
De jamón y queso: trocear pequeño ambos ingredientes para colocarlos encima de la masa. En este caso no añadas sal por encima o quedará demasiado salada.
De paté y orégano: echar por encima trocitos pequeños de cualquier paté.
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