Hoy toca mi segunda mermelada especial. Quiero publicar en el blog sólo las mermeladas que se salen de lo común para haceros de puente en el descubrimiento de nuevas creaciones en vuestra cocina, lo innovador puede gustar o no pero el valor de probarlo nos hará más decididos en la vida y a veces nos sorprenderá y enamorará. Algo así le ha pasado a mi hija mayor con esta mermelada, ha sido probarla y parecía poseída como en el señor de los anillos :"mi tesoroooo", en su caso ha cogido el bote y se lo ha apropiado, le ha durado un día, se la comía a cucharadas de postre o de merienda.
Cualquier mermelada se hace con igual peso de fruta que de azúcar pero a mi me resultan demasiado dulces. Yo reduzco a la mitad o más la cantidad de azúcar para disparar el sabor de la fruta y hacer la mermelada más saludable. En el caso de frutas con bajo contenido en pectina como las fresas y frambuesas, al reducir el azúcar obtendremos una mermelada muy líquida. Para darle más consistencia tienes dos trucos, añadirle una cucharadita de pectina o dejarla reducir al fuego hasta que tome más consistencia, a mi me gusta más la primera opción porque todo el tiempo que estemos calentando de más perderemos propiedades de la fruta. Siempre podéis añadir algo de pectina a vuestras mermeladas para reducir el tiempo de cocción y la cantidad de azúcar.
Con thermomix se trata de triturar todo y poner a 90 grados, 15 minutos, velocidad 1. De forma tradicional lo trituráis todo bien y dejáis hervir en un cazo revolviendo la mermelada para que no se pegue hasta que alcance la consistencia deseada.
Receta: 500 gr. frambuesa fresca o congelada, 200 gr. azúcar, 100 ml cava, 30 gr. zumo limón, 1 cucharita pectina.
blog de cocina macrobiótica con énfasis en la repostería, ideas creativas y productos naturales
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